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Real Madrid 1
Bayern Múnich 0

REAL MADRID: Casillas, Michel Salgado, Mejía, Iván Helguera, Raúl Bravo; Guti, Beckham; Figo, Zidane, Solari y Raúl.
Cambios: Cambiasso por Solari y Borja por Guti.

BAYERN MUNICH: Kahn; Sagnol, Kuffour, Kovac, Lizarazu; Hargreaves, Ballack, Demichelis, Ze Roberto; Pizarro y Makaay.
Cambios: Schweinsteiger por Hargreaves, Salihamidzic por Sagnol y Santa Cruz por Pizarro.

Arbitro: Urs Meier (SUI). Mostró tarjeta amarilla a Ze Roberto (m.14), Míchel Salgado (m.15) y Lizarazu (m.69).

Gol: 1-0, Zidane, min. 32.

Incidencias: partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 80.000 espectadores. Asistió al encuentro el Rey Don Juan Carlos.

Isidoro Santos|MADRID

El Real Madrid superó su primera reválida importante de la temporada en la Liga de Campeones, la competición en la que ha cimentado su prestigio, y lo hizo con una trabajada victoria ante el Bayern Múnich (1-0) que le clasifica para los cuartos de final del torneo. El lastre de las ausencias de Ronaldo y Roberto Carlos, y la rémora del maltrecho tobillo izquierdo de Raúl, lo contrarrestó el Real Madrid con buen trabajo colectivo, concentración, orgullo y un gol de Zinedine Zidane. Mantener su portería a cero le bastaba el Real Madrid para seguir adelante y esta vez, como dictaba la lógica, no se lanzó a un ataque desenfrenado cuando el árbitro pito el inicio del duelo. Le tocaba arriesgar más al Bayern.

Pero el equipo de Ottmar Hitzfeld no lo hizo y mostró las carencias que le tienen sumido en una crisis importante desde el comienzo de temporada. Michael Ballack, el jugador llamado a tomar el relevo de Stefan Effenberg como conductor del juego del Bayern, volvió a fallar. El Real Madrid, sin hacer un juego brillante, marcó el ritmo, bien conducido por Guti, y con Zidane deleitando a la afición blanca con un repertorio inacabable de controles imposibles. El francés, que jugó más adelantado que nunca, como segundo delantero por detrás de Raúl, marcó el primer gol del equipo de Carlos Queiroz en el minuto 32. Lo firmó a puerta vacía tras un pase de cabeza de Míchel Salgado, que sacó oro de una jugada que parecía intrascendente.

Raúl había estado a punto de marcar en el minuto 16, también de cabeza, pero las ocasiones de gol escasearon en el primer tiempo. Sólo al filo del descanso el Bayern puso en apuros a Iker Casillas, primero con un tiro de Ze Roberto y luego con otro de Makaay. El portero madrileño, de nuevo excepcional, respondió a ambos con espectaculares paradas. Míchel Salgado salvó bajo los palos un tiro del peruano Claudio Pizarro en la última jugada de la primera mitad. Fueron tres latigazos en cadena de un Bayern hasta entonces dormido. En el segundo acto fue más ambicioso, porque no le quedaba otro remedio para seguir con vida, y confirmó que siempre vende caras las derrotas. Presionó más al equipo blanco y el Real Madrid pasó de dominador a dominado.

El Bayern de adueñó del balón, pero no encontró la manera de romper la muralla madridista. Le falta talento, precisamente lo que le sobra al equipo blanco. Y fue el Real Madrid el que tuvo las mejores opciones de marcar en el segundo tiempo. Zidane desperdició una excelente en el minuto 60, Beckham estrelló un lanzamiento de falta en el lateral de la red de la portería de Kahn (m.69) y Solari también rondó el gol con un disparo cruzado (m.76).

Pero la mejor la tuvo Guti, que perdió un mano a mano con Kahn en el minuto 83 cuando el estadio cantaba gol. Kahn, pese a su error en la ida, es un gran portero. El sólo, sin embargo, no pudo ganarle al Madrid. Dijo que intentaría hacerlo para enmendar su error garrafal, pero era imposible. Y lo sabía. El partido concluyó tras un amago de pelea colectiva entre los jugadores y con el público del Bernabéu enardecido por el triunfo de los suyos. Dejar en la cuneta al Bayern no es cualquier cosa para el madridismo.