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El objetivo de romper la pésima trayectoria lejos del Palau y, de esta manera, dar otro paso hacia la tranquilidad que nunca llega es la pretensión de un Drac Inca que tras un largo viaje aterrizó en la noche de ayer en Asturias. Y es que el conjunto de es Raiguer afronta esta tarde (19 horas) una nueva final ante el Calefacciones Farho de Gijón, un rival siempre peligroso y que después de la derrota padecida el pasado fin de semana en Tarragona precisa recuperar por la vía rápida el crédito perdido en El Serralló.

Los inquenses llegan con la moral por las nubes después de doblegar al Granada en un encuentro que puso a prueba la solvencia de Bulfoni y compañía en situaciones límite, aunque la enfermería cuenta con numerosos fijos en las últimas horas. Antonio Bustamante ha padecido un leve esguince dorsal, mientras que Jesse Young sigue siendo castigado por su espalda. Ellos viajaron y estarán a disposición del técnico, aunque Roberto Vidal se quedó en tierra sin poder superar la fiebre. El resto de efectivos podrá saltar al parqué del Palacio de los Deportes de Gijón.

Necesidad
Por su parte, los de Moncho Fernández cuentan únicamente con la duda de Antxón Iturbe, aunque su progresión en los entrenamientos invita al optimismo. Para el Calefacciones Farho, el encuentro resulta vital cara a no descolgarse de las posiciones que dan opción a disputar las series de ascenso. Décimos, con doce victorias, notan la presión del grupo de cola. De hecho, Drac Inca podría darles caza caso de sumar la que sería su tercera victoria lejos del Palau. Pero Drac Inca tendrá la labor de darle la vuelta abasket average después del 76-81 encajado en la ida. Los cruces directos con los rivales más próximos son la asignatura pendiente de los mallorquines, que no pueden permitirse más licencias como visitantes.