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El futuro del equipo ciclista Illes Balears sigue estando en el aire. En el mundo del pedal, el pesimismo y la confusión empiezan a ser las notas predominantes, aunque el Govern se resiste a renunciar al proyecto. En la jornada de ayer, el mánager del actual ibanesto.com, José Miguel Echávarri, y el director general d'Esports del Govern, Pepote Ballester, mantuvieron un nuevo encuentro en Madrid. En la capital de España, ambos tuvieron presente el giro que ha dado la situación tras la marcha de Jan Ullrich al T-Mobile. El ciclista alemán era el jefe de filas que Jaume Matas y el Govern pretendían para que el Illes Balears fuera un punto de referencia dentro de la proyección turística de las Islas en los diferentes mercados internacionales.

Este nuevo panorama ha provocado un replanteamiento de la situación. Pese a que desde el Consolat de Mar no se contempla con los mismos ojos el mecenazgo sobre la escuadra, Echávarri y Ballester apuraron sus contactos y, pese a que no llegaron a ninguna determinación definitiva, se han dado un plazo máximo de 72 horas para hacer oficial la respuesta del Govern ante la propuesta de Echávarri. «Seguimos interesados, y por ello hemos vuelto a dialogar con él», comentó Ballester, quien reconoció que no se ha llegado a ningún acuerdo positivo y que el frustrado fichaje de Jan Ullrich ha sentado «como un jarro de agua fría».

Toda vez que Joseba Beloki se ha comprometido con Manolo Sáiz -que tendrá al firma italiana Stayer como patrocinadora-, adquiere más forma la posibilidad de que Óscar Sevilla sea el principal candidato a la jefatura de filas del Illes Balears. El tiempo juega en contra del Govern y del propio Echávarri, quien se mostró preocupado ante el cambio de actitud por parte del Ejecutivo, que precisa de una nueva motivación para dar el visto bueno al equipo, cuyo futuro sigue estando abierto, aunque sin Ullrich ha perdido buena parte del argumento original que llevó a confiar en Echávarri. El navarro confirmó que «quedan cosas por hablar, aunque las cosas de palacio van despacio. Debemos esperar dos o tres días para tenerlo todo bien atado». Pese a que se habla en positivo, el ciclismo balear vive pendiente de una decisión que se retrasa en exceso.