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X.C.S.
Algo triste, pero muy entero, Jaime Pacheco compareció por la tarde ante los medios de comunicación para despedirse. El entrenador portugués, que aseguró que «no entendía» su destitución, quiso defenderse argumentando que no había tenido «tiempo» para diseñar un equipo de ciertas garantías y habló de un trabajo lleno de «honestidad y dedicación».

«Estoy un poco triste, porque me estaba acostumbrando a las personas, a la gente, y creo que tenía buenas condiciones para hacer un buen trabajo», expuso el preparador luso. Pacheco, que dijo «respetar la decisión» y que agradeció al club «todo lo que ha hecho por mí», relató los problemas que ha tenido desde que irrumpió en la Isla: «La pretemporada empezó tarde y ya estaba planificada. El club vivía momentos de indefinición deportiva y económica, y hemos trabajado con muchas dificultades, porque no sabíamos qué jugadores se iban a marchar y quienes se iban a quedar. Eso luego se refleja en el trabajo, porque formar un equipo fue muy difícil. Sólo he tenido una semana para poder trabajar con toda la plantilla al completo, y eso se paga».

Pacheco, que se enteró de que sus horas como entrenador estaban contadas por los programas de televisión, añadió que se iba «más rico» en vivencias que cuando llegó a Mallorca: «He conocido a muchas personas a quienes tengo que agradecer, nuevos amigos que espero poder conservar toda la vida». Según el técnico portugués, esta es la primera ocasión en que atraviesa por una situación similar: «Lo que me ha ocurrido me deja muy dolido pero el fútbol es así», señaló. Sobre las causas que le había expuesto Alemany a la hora de explicarle el despido, Pacheco señaló que «me dijo que el consejo de administración se había reunido y que se decidió destituirme, nada más», señaló. Sin embargo, su representante, Paco Durán, trató de ofrecer algo de luz sobre el asunto: «Alemany me explicó que la destitución no se debía exclusivamente a los resultados, sino a que ahora hay un consejo nuevo. Es una cuestión de confianza, porque creían que Pacheco no era la persona adecuada para hacer ese trabajo».