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Jaime Pacheco sigue jugando al escondite. El entrenamiento a puerta cerrada realizado ayer por el Real Mallorca en Son Moix no sirvió para acallar las especulaciones, sino para alimentar las dudas. El técnico luso no desveló ninguna incógnita sobre qué once alineará mañana ante el Sevilla, aunque todo apunta a que calcará el equipo titular del pasado domingo con la excepción del portero. Ni siquiera los jugadores conocen las intenciones de su entrenador, que trabajó ayer jugadas de estrategia en defensa y ataque, pero que en ningún momento ensayó con el teórico once titular.

El naufragio de San Mamés no trastocará el guión de Pacheco. Miki, por el sancionado Leo Franco, se antoja como el único cambio en la alineación. Al margen de la permanencia entre los elegidos de Nadal y Niño, bajo sospecha tras sus errores en Bilbao, las palabras del técnico apuntan a la suplencia de Martín Ligüera. «Los futbolistas sudamericanos deben coger el ritmo de Europa, ya que allá se juega de forma más pausada», apuntó antes de añadir que «no quiero quemar a Ligüera, un jugador de gran calidad y que a mí me agrada mucho, pero sería un crimen hacerlo jugar si no está aclimatado», señaló. Después de varias semanas de erupciones dialécticas, el portugués elogió el comportamiento de la plantilla durante la semana: «Me gustaría que todos los jugadores fueran tan perfectos en los partidos como en los entrenamientos».

Pacheco aseguró estar «tranquilo» pese a la irregularidad mostrada en este inicio de campeonato, ya que «aquí casi siempre se empieza mal. Esta semana he hablado mucho con mis jugadores y todos apuntamos nuestros esfuerzos al mismo sitio». Pese a la derrota, elogió el trabajo de su equipo en Bilbao: «Tenemos pequeñas cosas que corregir, pero no estoy de acuerdo con todo lo que se ha dicho. En Bilbao jugamos muy bien la primera parte, incluso jugando al ataque, de forma abierta, y no creo que haya muchos equipos que jugando como visitantes sean tan ofensivos». El luso volvió a incidir en las dificultades que ha tenido para trabajar durante este verano: «Hay que tener en cuenta que ésta es la primera ocasión en la que hemos podido entrenar todos juntos. He tenido que hacer experimentos en competición oficial y no he tenido tiempo para trabajar la estrategia con estos futbolistas». No obstante, apostó por la cautela: «No está todo bien ni todo mal. Hay que mantener lo que está bien y mejorar lo que hacemos mal».