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Ismael Urzaiz trae de cabeza al Mallorca contemporáneo. El delantero navarro se ilumina cuando se mide cara a cara al equipo isleño. Dos goles marca de la casa allanaron el camino del triunfo del Athletic de Bilbao, una circunstancia habitual en las últimas temporadas. Y es que Urzaiz, con los dos tantos de ayer, ya suma seis goles ante el Mallorca, unos datos que le señalan como una de sus «bestias negras» desde que regresó a Primera.

Ernesto Valverde recurrió a la testa de Urzaiz. Consciente de la efectividad del navarro cuando los isleños visitan San Mamés, el delantero no defraudó y cumplió con la tradición.

El delantero navarro rubricó en octubre del año 2000 la que hasta ayer era la última derrota mallorquina en San Mamés. Dos testarazos del navarro tumbaron al Mallorca, que se había adelantado gracias a Vicente Engonga.

Urzaiz también selló el gol de la victoria bilbaína en la temporada 1998-99 (1-0) y marcó un tanto en la derrota isleña en la Copa en la campaña 97-98.

Ayer, para no perder la costumbre, Urzaiz armó de nuevo el taco. El ariete navarro aprovechó dos medidos centros para meter la cabeza, batir a Leo Franco y amarrar una victoria que certificó Joseba Exteberría en la segunda parte.

La victoria del Athletic, la primera que consigue el grupo de Valverde en la presente temporada, sirvió para truncar la buena racha mallorquina en San Mamés, un escenario que había visto ganar al Mallorca en sus dos últimas visitas. Además, en los nueve últimos enfrentamientos entre ambos equipos en Primera División, el Mallorca había conseguido seis victorias, dos empates y sólo una derrota. Pero el Athletic hurgó en la herida mallorquina y le recordó que, hace tan solo unos años, San Mamés era una de las peores plazas.

La derrota de ayer, asimismo, impidió que el Mallorca firmara su mejor inicio desde la era de Héctor Cúper. Pese al 4-0, eso sí, el grupo de Pacheco mantiene la línea habitual de los últimos arranques de campeonato. Sin ir más lejos, la pasada temporada alcanzó esta tercera jornada con cero puntos, después de perder los tres primeros partidos. A la cuarta, precisamente en San Mamés, llegó la vencida.