El Mallorca se está quedando sin tiempo, porque antes del próximo día 30 de julio debe hacer frente a los compromisos que tiene con la plantilla.

TW
0

La ampliación de capital social del Real Mallorca SAD se ha atascado, está en punto muerto. El club reconoce que las gestiones para que los empresarios de la Isla cubran los 24 millones de euros que suponen el 80% de las acciones del Grupo Zeta se han enquistado, principalmente porque las operaciones deben cerrarse a gran velocidad y los hoteleros han pedido tiempo, algo de lo que carece el club mallorquín. «Tienen una predisposición positiva, quieren entrar en la ampliación, pero no con esta premura de tiempo», explicaba ayer Ramón Rosselló, asesor financiero de la entidad. A pesar de que en los despachos de Son Moix las conversaciones para convencer a los hoteleros se han acelerado, todo acaba siempre en el mismo punto: «No nos hemos marcado ningún plazo, pero el tiempo se nos echa encima. No tenemos mucho margen», dijo Rosselló.

El Mallorca empieza a ser pesimista, porque no encuentra respuesta en el capital mallorquín y porque recela de las ofertas que llegan desde el exterior. El club ha utilizado a Jaume Matas como mediador, pero el president del Govern balear no ha logrado cerrar ningún compromiso de los hoteleros de la Isla.

Así, todo hace pensar que entre hoy y mañana el consejo de administración del Mallorca determinará si abre la ampliación a empresarios nacionales, con el riesgo que ello representa. La entidad ha puesto como ejemplo lo que ha sucedido con el Toledo, que perdió la categoría días atrás y ha sido adquirido por capital murciano, que ha trasladado el equipo a tierras levantinas. Igualmente, un grupo de empresarios de Alicante siguen empecinados en comprar un equipo de Primera División para trasladarlo a la Comunidad Valenciana.

«Es complicado que los hoteleros mallorquines intervengan finalmente en la ampliación, pero no está descartado todavía», anunciaba Rosselló, mientras en el club seguían las reuniones en busca de algo de luz. El Mallorca casi ha tirado la toalla y fuentes cercanas a la entidad ya hablaban abiertamente ayer de cambiar de política y buscar inversores nacionales para intentar solventar la delicada situación económica. De momento, no hay entrenador y la plantilla está pendiente de su futuro en el equipo.