El nuevo central del FC Barcelona, el mexicano Rafael Márquez, ha
asegurado que con su fichaje por el club catalán está aceptando «un
reto difícil», a la vez que ha reconocido que estaba esperando «una
oportunidad como ésta» para realizarse. El ex defensa del Mónaco y
del Atlas Guadalajara cumplió ayer al mediodía con el tradicional
ritual de la presentación en sociedad después de haber firmado el
contrato que le unirá al Barcelona las próximas cuatro temporadas.
Ante una gran expectación, ya que la presencia de Márquez ha
movilizado a diversos medios de su país, el central aseguró que lo
que más ha valorado para fichar por el Barcelona ha sido el
«esfuerzo» que han hecho «todos» y por el sueño que tenía «de
fichar por un gran equipo».
«Ahora el esfuerzo será cosechar triunfos», ha subrayado el
futbolista, quien explicó que su compatriota Javier Aguirre,
técnico del Osasuna y ex seleccionador nacional mexicano, ha
influido «algo» en su opinión, aunque ha precisado: «Mi sueño era
llegar a un equipo grande y no me importaba cuál». Mientras, el
portugués Ricardo Quaresma se convirtió ayer en el tercer fichaje
del Barcelona para la próxima temporada, tras fructificar las
conversaciones con el Sporting de Lisboa. Quaresma, un extremo
diestro de 19 años llegó a la Ciudad Condal acompañado por uno de
sus representantes. Precisamente su agente, Jorge Mendes, es el
mismo que ya ha cerrado con el cuadro catalán la compra del
mexicano Rafael Márquez, procedente del AS Mónaco.
El jugador ya no se entrenó con el Sporting lisboeta, a la vista
de la inminencia del acuerdo. El Barcelona ha ofrecido siete
millones de euros más la cesión de un jugador, seguramente Fabio
Rochemback, aunque también podría ser el meta alemán Robert Enke,
para cerrar el trato.
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