La categoría juvenil balear alcanza este sábado la cita más
importante de la temporada, aquélla en la que se resolverá el
nombre del próximo representante isleño que compita en la próxima
entrega de la División de Honor nacional. A falta de noventa
minutos para que se baje el telón de la liguilla de ascenso, dos
históricos del balompié de Ciutat, San Francisco y Cide, se jugarán
un hueco entre la elite a una sola carta y sin margen para el
posible error (Son Rapinya, sábado, 19.30 horas).
Atendiendo a los números que se han generado en este segundo
ciclo, el San Francisco de Pep Sansó amontona mayor número de
opciones para llevar la confrontación a su terreno, pero el hecho
de que el partido se juegue en Son Rapinya otorga esperanzas a un
Cide que atesora una gran calidad en sus filas. Los de Son Fuster
parten como favoritos ya que aventajan en tres puntos al equipo
albinegro, y con un simple empate tendrían la cuota suficiente para
ascender. Mientras, el Cide de Quique Buendía tratará de justificar
los elogios que ha reunido a lo largo de toda la temporada y
buscará obligatoriamente un triunfo que le suponga el codiciado
salto de categoría.
El San Francisco afronta el partido desde la perspectiva deseada
al inicio de esta segunda fase. La escuadra rojilla, que en el
encuentro de ida había perdido casi todas sus posibilidades, tomó
aire en el tiempo de descuento del mismo choque gracias a un gol de
su portero Mayans que ahora cuenta con un valor incalculable.
Significó mantener las distancias con los estudiantiles y afectó
moralmente a su adversario, que desde ese momento no ha podido
imponer su superioridad.
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