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DRAC INCA 92
LEÓN CAJA ESPAÑA 87

DRAC INCA (27+21+19+25): Alzamora (9), Bryant (26), Bulfoni (12), Leo Gutiérrez (7) y Walls (20). -cinco inicial-

También jugaron Sergio Rodríguez (7), Miki López (4) y Txomin López (7).

31 de 51 en tiros de dos; 3 de 12 en tiros de tres y 21 de 34 en tiros libres. 39 rebotes (27 defensivos y 12 ofensivos). 20 faltas cometidas.

LEÓN CAJA ESPAÑA (19+13+16+39): Larragán (2), González (21), J.R.Reid (7), Brown (22), y Jorge García (7).-cinco inicial-

También jugaron Vázquez (5), Llorente (15), Martín Ferrer (4) y Tchiloemba (4).

25 de 42 en tiros de dos; 7 de 27 en tiros de tres y 16 de 24 en tiros libres. 23 rebotes (16 defensivos y 7 ofensivos). 27 faltas cometidas.

Àrbitros: Alfonso Castillo y C.A.Antón. Eliminaron por faltas personales al jugadores visitante J.R.Reid. Señalaron una antideportiva a Sergio Rodríguez.

Fernando Fernández

Drac Inca se aproxima a la permanencia y ayer ascendió un nuevo peldaño en su escalada particular. Los hombres de Xavi Sastre se deshicieron de León Caja España en un partido completo y ya divisan su objetivo en el horizonte, pero en las próximas semanas se redactará el epílogo de la competición y a los mallorquines les esperan ahora Lobos Cantabria y Tenerife, que terminarán de poner a prueba su capacidad de supervivencia.

El equipo inquense se trabó en un arranque de encuentro aciago que generó algunas dudas. El ataque no funcionaba al nivel adecuado y su rival sacó provecho contraatacando con una eficacia notable que le otorgó el mando inicial en el electrónico. Otro síntoma de alarma recayó sobre la figura de Leo Gutiérrez que al minuto y doce segundos de juego había cometido dos personales que limitaban su potencial.

Después de esos primeros minutos intermitentes, la escuadra balear se sacudió la espesura, se apretó el cinturón en la zona y provocó un parcial de 5-0 que llevó la paridad al marcador de un Palau, que registró la mejor entrada del campeonato liguero (9-9).

Desde ese instante el León empezó a perder fuelle y fue siempre a remolque, en buena parte porque Paris Bryant asumía la batuta del juego local y obligaba a Quino Salvo a tomar medidas después de la tercera falta de J.R.Reid.

El quinteto isleño despedía el primer cuarto con ocho puntos bajo el brazo y enfilaba el camino correcto.

Los leoneses extendieron su caída y se diluían a base de perder balones, mientras que en el conjunto gualdinegro Sergio Rodríguez avivaba nuevamente los ánimos de la grada y de su equipo provocando una sensación gratificante al borde del descanso. El madrileño facilitaba un paso hacia adelante desde la línea exterior y fijaba una distancia considerable antes de abordar el segundo acto, al que se llegó con el resultado de 48-32.

Cuarto caótico

Cuando se superó el tiempo de descanso se vivió una situación que envolvió al guión del encuentro en un auténtico caos.

El marcador del Palau sufrió una avería que limitó la anotación a la mesa arbitral y el desconcierto de contendientes y público fue absoluto. En plena confusión, el Drac Inca siguió dando volumen a su renta hasta obtener un colchón considerable (63-42) que terminó de irritar al técnico visitante.

Todo parecía encaminado hacia el destino correcto cuando el León se empeñó en mantenerse con vida aferrandose a todos sus argumentos. J.R.Reid privó a su equipo de recursos con la quinta falta personal que le retiraba de la cancha, pero emergió Llorente para conducir a su grupo hacia un final marcado por la intriga. El director de juego leonés anotó dos triples y un nuevo parcial de 1-9 que acercó a los castellanos al alcance del triunfo (70-63).

Bryant reestableció la normalidad con una serie de acciones favorables (77-65), pero cuando el cuadro de Sastre se vió en las alturas recayó en la incertidumbre y el bloque de Quino Salvo lo agradeció desde el perimetro. Desde ahí el marcador se movió entre distancias de seis y ocho puntos hasta que Brown y Jorge García moldearon una reacción que puso a los insulares contra las cuerdas.

Miki López y Bryant aparecieron en el momento preciso y sacaron a flote a un equipo que sigue dependiendo de si mismo para firmar la salvación definitiva en la liga LEB.