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J.M.G./I.S.|GINEBRA
La ciudad portuguesa de Cascais y la bahía de Palma se han convertido en las principales apuestas que baraja el sindicato suizo para la disputa de la Copa América dentro de cuatro años. Por ahora las preferencias apuntan al Mediterráneo y ya existen cinco ciudades candidatas con grandes posibilidades: Cascais (Portugal), Barcelona y Palma de Mallorca (España) y Sete y Marsella (Francia), aunque sin duda de añadiran algunas opciones más en los próximos días.

Por el momento, los especialistas tienden a apostar por Cascais por la moderna infraestructura con la que ya cuenta y por tener una larga experiencia en torneos náuticos. Sin embargo, Palma es un serio rival para la ciudad portuguesa, pues se aprecia mucho el apoyo incondicional que otorga el Rey de España a las Islas, así como su gran tradición en el mundo de la vela y como lugar donde se han celebrado eventos de gran importancia en este tipo de regatas. Ahora le tocará a este país decidir las condiciones, la fecha y el lugar en que se realizará la próxima Copa América. Las posibilidades de realizar el torneo en el lago suizo Lemán han quedado prácticamente descartadas, pues a pesar de su extensión -580 kilómetros cuadrados- y tener las corrientes de viento necesarias, los alquileres de los terrenos circundantes son demasiado elevados como para pensar en instalar allí las bases de quince equipos.

Los principales criterios para elegir la sede serán la constancia del viento, sus calidades deportivas, la infraestructura que pueda poner a disposición de los competidores (alojamiento, transportes y comunicaciones), su atractivo turístico y, finalmente, la seguridad y el apoyo político de sus autoridades. Así pues pasados los momentos de eufória, los próximos meses serán decisivos para conocer donde se disputa la edición europea de la regata más prestigiosa del mundo.