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F.F./J.M.
Coinga Menorca y Drac Inca empiezan a disputar una nueva entrega del clásico balear lejos del parquet. José Luis Sintes se ha encargado de abrir fuego para calentar el encuentro con una serie de manifestaciones que no han sentado bien en el seno del Drac Inca. Sintes ha dejado claro que «en este momento el Coinga está muy por encima del Drac en lo que a la gestión del club se refiere. Nosotros tenemos una estructura que en Inca no existe». Para Sintes el problema de la entidad mallorquina es su propio vicepresidente, Joan Robert. «Quiere estar en todos los frentes, es el único que se encarga de fichar a los jugadores y así les va. Afirmó también que «por el bien de su propio club debería ir pensando en la dimisión y dar paso a gente nueva. Sólo si lo hace el Inca podrá intentar ser como nosotros».

De la misma manera, y ya en referencia al partido dijo que «vamos a ganar, aunque ellos tienen también un buen equipo y debemos andarnos con ojo». Para Sintes en el aspecto deportivo la principal diferencia que estriba entre uno y otro equipo es que «ellos luchan por no volver a las cuatro últimas posiciones y nosotros por acabar entre los cuatro primeros». Por su parte, el principal interesado en esta nueva polémica, Joan Rubert, no recibió con agrado las palabras de Sintes. «Si quiere vender el partido, que lo haga de otra forma. Deportivamente, tengo que felicitar al Menorca, pero antes de hablar, que mida sus palabras. Prefiero mantenerme al margen y preocuparme de mi equipo, que a buen seguro lo dará todo para sumar la séptima victoria consecutiva. Faltándome a mí está faltando a toda la junta directiva», comentó también el vicepresidente del Drac Inca y en otras fases de la historia de la entidad máximo mandatario del club con sede en es Raiguer.

Sintes comentó, no obstante, que «el primero en faltarnos al respeto fue el propio Rubert cuando se mofó de nuestro título de liga EBA, que suspuso el ascenso a la LEB donde ahora estamos por méritos propios». Y añadió que «en cambio ellos están ahí sin nunca haber ganado nada». Este no es el primer episodio de tensión que se vive entre ambas instituciones. Ya en el curso 2000/2001, la polémica repetición del encuentro de liga regular que enfrentó a ambas escuadras en el Palau sirvió para abrir una crisis que con el paso del tiempo quedó en un segundo plano.