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Federico Lussenhoff volvió a sentirse futbolista en Anoeta. El central argentino regresó al once titular después de cuatro meses apartado de los terrenos de juego debido a una grave lesión, pero en San Sebastián dio la cara, no se arrugó y dejó bien claro que física y psicológicamente, la lesión está olvidada. El resultado no fue bueno pero echando un vistazo a la parte positiva hay que destacar dos cosas: primero que el juego colectivo, salvo algunas lagunas, funcionó, y segundo, que Gregorio Manzano dispone de un elemento más en la zaga, el recuperado Lussenhoff.

El jugador experimentó ayer dos sensaciones, la alegría por volver a estar sobre el césped y la tristeza por no lograr punto alguno ante la Real. «Después de varios meses tratando de rehabilitarme uno se siente bien al estar a la par de los compañeros y regresar a un campo de juego. Todo lo que hemos trabajado junto al cuerpo médico ha dado resultados positivos y por este lado estoy satisfecho. Contrariamente me gustaría haber ganado y no pudo ser y ahora hay que esperar ya el partido del próximo sábado», dijo Federico.

El partido que significó el debut de Lussenhoff en la Liga con el Mallorca tuvo mucho ritmo, tanto en la primera como en la segunda parte, circunstancia a la que intentó sobreponerse el defensa central. «En la segunda parte uno siente que la fuerzas son un poco inferiores a las del primer periodo. A medida que vayan pasando los entrenamientos y uno esté más metido en el grupo iré agarrando el ritmo que necesito para estar al mismo nivel que mis compañeros en el capítulo físico», explicó el «Colorado».

Ahora el punto de mira tanto de Federico como del resto de jugadores del Mallorca pasa por conseguir un buen resultado ante el Barcelona. «Nosotros pensamos en el Mallorca -dijo el defensa- y en realizar una muy buena semana de entrenamientos y el sábado firmar un buen partido y ganar para finalizar bien el año», subrayó Lussenhoff.