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Manzano optó por eplan B, es decir, dejó a Miquel Soler en el banquillo y confió el centro de la defensa a Marcos que, junto a Nadal, se situó en el mismo eje de la zaga para intentar anular las embestidas de Ronaldo y Raúl.

El entrenador de Jaén dejó de lado eplan A que era confiar en Miquel Soler y colocar a Poli en el centro. Posiblemente ahora el entrenador bermellón obraría de otra manera, pero en ese momento creyó oportuno que lo mejor era retrasar a un centrocampista como Marcos. El mallorquín sufrió mucho, demasiado y no se le vio ni cómodo ni tampoco acostumbrado al puesto de central.

El equipo, hasta la fecha acostumbrado a funcionar con un incombustible Javier Olaizola en el centro y con un David Cortés en progresión total, echó de menos a estos dos futbolistas, principalmente al vasco cuya experiencia y mando en partidos de estas características es fundamental para el equipo balear. La rapidez de los puntas del equipo blanco funcionó muy bien y dejó sin opciones a Nadal y a Marcos que, pese a la voluntad que metieron, no lograron contener la enorme calidad que atesora el Madrid en su delantera.

La racha de nueve partidos sin perder acabó de un plumazo y la manita del Madrid devolvió a la plantilla a la realidad de la Liga. Ronaldo fue imparable y Marcos ayer lo comprobó. «Le dejas medio metro y eso es suficiente para un futbolista como él. Lo del segundo gol fue increíble, nunca imaginé, en la posición en la que se encontraba, que pudiera llegar a marcar golpeando el balón con la zurda», explicó Marcos.

La zaga estuvo ayer desbordada por los acontecimientos, por los delanteros del Madrid y echó demasiado en falta a los jugadores que más minutos acumulan en tareas defensivas. Sin embargo, ni Ronaldo ni Raúl estarán en cada partido. «Ronaldo es uno de esos futbolistas que marcan diferencias y si además tiene el día afortunado es muy difícil pararlo», explicó Marcos. La definición fue ayer lo que diferenció al Real Mallorca del Real Madrid ya que Casillas también se vio en la necesidad de emplearse a fondo en más de una ocasión. Pese a todo, nada de esto consolaba a la plantilla de Manzano. «Los primeros minutos en cada parte se nos escapó el partido. En la segunda ellos destaparon su calidad pero antes nosotros tuvimos opciones y al final creo que el castigo ha sido demasiado duro», reflexionó Marcos.