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Mallorca B 0
F.C. Barcelona B 0

MALLORCA B: Moyà (**), Campos (**), Camacho (*), Rafita (**), Ramis (*), Aguado (**), Amate (**), Toni González (*), Víctor (*), José (*) y Reynés (*).
Cambios: Anatoli (-) por José, Axel (-) por Anatoli y Cano (-) por Víctor.

F.C. BARCELONA B: Víctor Valdés (*), Óscar López (*), Oleguer (*), David García (**), Peque (**), Andrés Iniesta (*), Sergio (*), David Sánchez (**), Verdú (*), Arnau (**) y Francisco (*).
Cambios: Serrano (*) por Francisco y Perona (*) por Verdú.

Àrbitro: Curbelo González, del colegio tinerfeño (-). Desequilibrado y en ocasiones falto de criterio. Mostró cartulina amarilla a Amate, Reynés, Peque, Sergio y David Sánchez. Además, expulsó por doble amonestación a Ramis (minuto 58).

Fernando Fernández

El estado de somnolencia en el que se encuentra sumido el filial mallorquinista vivió un nuevo capítulo ante la visita de un Barça B que no demostró sus galones sobre la hierba del Sitjar. Sumido en una profunda crisis y despojado de sus dos principales argumentos ofensivos -Tuni y Raúl Martín-, el conjunto de Tomeu Llompart fue un claro ejemplo de estéril lucha ante la adversidad.

La primera mitad presentó a un Mallorca B con más mordiente que un rival plagado de ilustres. Víctor Valdés, Iniesta e incluso Arnau Caldentey otorgaban mayor crédito a los pupilos de Quique Costas, cuyas incursiones en el área de Moyà fueron contadas.

Pero la oportunidad más clara tuvo que aguardar al filo del descanso, cuando Rafita envió el balón fuera cuando el gol se veía venir.

La reanudación aportó poco al devenir de un encuentro que debía acabar en empate. Los deméritos de ambos rivales y la actuación del colegiado, siguiendo la línea habitual del colegio canario, crisparon un poco más a una grada mal acostumbrada.

La expulsión de Ramis acabó de encender la mecha y rompió de forma definitiva un partido sin apenas color. Las oportunidades brillaron por su ausencia, y en el momento en que llegaron, lo hicieron sin la suficiente claridad y definición como para inaugurar el marcador.

A Tomeu Llompart se le acababan los argumentos y el tiempo corría en contra de su equipo, al que las urgencias y los nervios le pasaban factura a medida que las cosas no salían. Mateu Alemany era testigo directo de un encuentro que aburrió, pese a lo mucho que había en juego para los intereses del Mallorca B.

El revulsivo parecía ser Anatoli, pero su rendimiento en el escaso cuarto de hora del que dispuso no convenció al preparador de Inca, que no dudó en señalarle el camino del vestuario para ser relevado sobre el terreno de juego por Axel.

El cambio no surtió los efectos esperados y el atasco mental del Mallorca B se extendió hasta la recta final del encuentro.

La última ocasión del partido fue para el filial azulgrana, que tuvo en las botas de Sergio una opción de oro para hacer que los tres puntos se fueran para el Mini Estadi. No pudo ser, y el Mallorca B se tuvo que conformar con un empate que sabe a poco y deja en una situación tremendamente complicada al filial rojillo.
LO MEJOR: Nada
LO PEOR: El partido