A su llegada la joven gimnasta accedió a fimar autógrafos a sus admiradores. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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Son Sant Joan ha visto llegar a muchos deportistas mallorquines como triunfadores pero nunca un recibimiento había sido tan sonoro. La gimnasia isleña llevaba demasiado tiempo esperando un gran resultado, el título de campeona de España absoluto (en todos los aparatos) era demasiado pequeño para una gimnasta tan grande. Pero la gesta de Debrecen ha catapultado a Elena Gómez a la categoría de ídolo. Fueron algo más de 300 personas las que se acercaron al aeropuerto para recibir a la campeona del mundo.

Elena lleva un semana recibiendo homenajes y concediendo entrevistas, pero no podía imaginarse lo que le esperaba detrás de la puerta D de la terminal de llegadas. A la cinta de maletas llegó acompañada de sus padres, José Ramón y Antonia, de sus hermanos, Marta, Carlos, Claudia, Natalia y Daniel, y de su abuela, Isabel, y nada más salir a la terminal descubrió un nuevo sentimiento. Era una mezcla de miedo, por el griterío ensordecedor de los 300 admiradores, y de alegría, tras ver cómo recibía el reconocimiento que se merece una deportista de elite como ella.

Elena escuchó un sinfín de cánticos. Recibió muchos ramos de flores y se abrazó a cuantos se le acercaron. Y siempre lo hizo como en ella es habitual, con una sonrisa en la boca. Mientras Elena concedía la enésima entrevista de la semana, a su alrededor sonaban sin parar gritos que la hacían sonreir y, a la vez, emocionar. «¡Elena, bombón, te queremos un montón!» y «Campeona, campeona» fueron algunas de las frases que no paró de escuchar mientras permaneció en la terminal rodeada de un elevado número de periodistas y de cientos de sus amigos y amigas que quisieron brindarle el primer homenaje una vez que se encontraba ya en la Isla.

Tres autobuses llegaron desde Manacor y muchas gimnastas de los clubes de Palma también se acercaron al aeropuerto. Llevaban pancartas, fotografías y cámaras para inmortalizar el momento. Una de las curiosidades fue descubrir el primer club de fans que se ha formado a raíz del triunfo de la deportista. Los «Fanáticos de Elena», que así se denomina este club, llevaban puesta una camiseta en la que se podía ver el rostro de la gimnasta.