Pandiani se convirtió en el gran protagonista del partido al convertir los tres goles de su equipo. FOTO: ALFAQUI

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1 VALLADOLID: Bizarri; Torres Gómez, Caminero, Santamaría, Marcos; Sales, Colsa, Riccetti (Jesús, min. 60), Oscar Sánchez (Chema, min. 75); Olivera, y Aganzo (Pachón, min. 71)
3 MALLORCA: Leo Franco; Cortes, Olaizola, Nadal, Poli; Novo (Campano, min. 68), Lozano, Ibagaza (Marcos, min. 77), Riera (Soler, min. 72); Pandiani y Etoo
GOLES:
1-0, min. 24: Olaizola. p.p. 1-1, min. 26: Pandiani. 1-2, min. 55: Pandiani. 1-3, min. 69: Pandiani.
ARBITRO:
Pino Zamorano (C.Castellano-manchego). Amonestó a Ibagaza (min. 43), Ettoo (min. 74), Marcos (min. 85) y Nadal, (min. 89) por parte del Mallorca.
ESTADIO: Nuevo Zorrilla. Unos 11.000 espectadores.

MIQUEL ALZAMORA. ENVIADO ESPECIAL A VALLADOLID
Este Mallorca está llamado a meterse en el vagón de los mejores. Ayer ganó en Valladolid, donde no pudieron hacerlo ni Real Madrid ni Barcelona y cuando se gana en Pucela es como cuando en Segunda lo haces en Eibar. Ayer, además de ganar a lo grande, el Mallorca recuperó algo importante, el gol de Walter Pandiani. Ayer ni más ni menos que marcó los tres tantos de su equipo y se convirtió en el gran protagonista de un partido que tuvo un inicio vibrante y que sólo se vio frenado con un gol encajado tan absurdo como injusto.

Los dos equipos imprimían ritmo al partido, sin embargo era el Mallorca quien utilizaba un criterio mucho más firme a la hora de buscar la meta de Bizarri. Lejos de mostrarse conservador, el once de Manzano salió con una idea futbolística clara, la de ir a ganar. Además de orden, el cuadro balear se movía con inteligencia metiendo miedo a los centrales a base de pelotas y jugadas que surcaban los espacios que dejaban Santamaría y Caminero. No obstante , el primer aviso serio llegó por parte de Óscar Sánchez que obligó a emplearse a Franco. Esto ocurrió en el minuto dos, después la sinfonía mallorquina empezó a funcionar casi a la perfección. Ibagaza movía entre líneas, Pandiani se ofrecía y Albert Riera empezaba a ser un constante dolor de cabeza para Torres Gómez.

En el minuto 24 tuvo lugar la jugada tonta de la Liga. En un balón dividido, Olaizola y Franco cortan la comunicación entre ellos y de eso se aprovecha Marcos para meter el pie y dirigir la pelota al fondo de las mallas. Ni el propio Olaizola ni tampoco Nadal fueron capaces de despejar en la misma línea de gol. Fue un gol abstracto y ridículo pero que subió al marcador.

El cuadro balear tenía dos opciones: o venirse abajo o reaccionar y, por fortuna ocurrió lo segundo. La reacción fue inmediata ya que un minuto después, en el 26, Pandiani engrasó el rifle y apuntó directamente a puerta tras rematar de cabeza un perfecto servicio de Novo.