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ÀNGEL LÓPEZ-HOUSTON El pívot novato Yao Ming volvió a ser, por segunda jornada consecutiva, el centro de atención en la competición de pretemporada de la NBA, pero la estrella fue el base Allen Iverson, que guió a los Sixers de Philadelphia al triunfo por 93-89 frente a los Rockets de Houston. Ming, que desde que llegó el domingo a Houston procedente de China no ha tenido ni un sólo día de descanso, jugó su segundo partido consecutivo en menos de veinticuatro horas después de haber debutado el miércoles en San Antonio contra los Spurs, y confirmó que tiene todo el potencial para triunfar y deslumbrar en la NBA.

El pívot chino, de 21 años y 2'26 de altura, jugó durante 24 minutos, en los que consiguió 13 puntos (4 de 7 tiros de campo, incluido un triple, y 5 de 6 desde la línea de personal), capturó cinco rebotes, dio dos asistencias, puso dos tapones e hizo un robo con cuatro faltas personales, en su debut en el Compaq Center de Houston. Pero fue Iverson, con 20 puntos y 14 asistencias, la gran estrella del partido y el que permitió a los Sixers conseguir la victoria (3-4). El base Steve Francis fue el máximo anotador del partido con 28 puntos para los Rockets (4-3), asistido por Glen Rice con 15 tantos y Cuttino Mobley con 11.

Antes del partido, los Rockets dieron a conocer el despido del escolta internacional venezolano Oscar Torres, al que sólo le habían ofrecido un contrato no garantizado cuando comenzó el campo de entrenamiento. En Salt Lake City, la tradicional combinación de los veteranos John Stockton y Karl Malone fue la clave para que los Jazz de Utah venciesen por 89-82 a los Raptors de Toronto. Stockton, con quince puntos y diez asistencias, y Malone, con dieciséis, decidieron la victoria de los Jazz (4-4) en un partido en el que el entrenador Jerry Sloan no sacó a jugar al base reserva puertorriqueño Carlos Arroyo.