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Àlvaro Novo recobró el pasado domingo en el Calderón todo el protagonismo. Sólo el tanto materializado por Roger García, futbolista del Espanyol, ha robado unos gramos de protanismo al del mallorquinista. Hace unas pocas semanas, el cordobés ya destapó en San Mamés su versión mas determinante. Luchó una pelota predestinada a perderse por la línea de fondo e inventó un pase que acabó inclinando la balanza. Lo del domingo fue más espectacular. Material para la hemeroteca.

Batió desde muy lejos a un portero de las características de Toni Prats y dictó sentencia. El día después en Son Bibiloni, Novo fue uno de los grandes protagonistas y su cara reflejaba la alegría de un futbolista satisfecho con lo que hizo. «Me alegra enormemente el hecho de haber marcado, más que nada por el momento en que llega la victoria. Es un tanto muy importante para el equipo ya que batimos a un conjunto muy difícil y además encadenamos la tercera victoria consecutiva», explicó ayer el jugador del Mallorca.

Si algo enorgullece tanto a Àlvaro como al resto del equipo es el hecho de que se ha dado la vuelta a una situación difícil. De acumular tres derrotas consecutivas se ha pasado a sumar tres victorias, una tras otra, lo que permite al equipo situarse cómodamente en la mitad de la clasificación e incluso aspirar poco a poco a nuevos y atractivos objetivos. «Le hemos dado la vuelta a la tortilla, el fútbol es así y, si bien comenzamos la Liga como nunca hubiéramos querido, también es cierto que con trabajo y esfuerzo han llegado los resultados.