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El Drac Inca lleva tiempo sin ver el sol. Acomodado en el sótano de la Liga, el grupo de Samaniego ha renunciado a demasiadas cosas sin que la Liga haya redactado su prólogo. Tapada por las derrotas, la escuadra mallorquina rinde culto al descrédito y su futuro ofrece tantas dudas como su baloncesto. Etosa Murcia, Ciudad de Huelva, Ulla Oil, Bilbao, Gijón, Universidad Complutense... poco importa quién esté al otro lado de la cancha porque el epílogo siempre es el mismo. De momento, la cúpula del club guarda silencio, aunque también ha trascendido que prepara un plan de choque. Seis derrotas después es inevitable buscar culpables.

· Cambio de objetivo
Hace menos de dos meses, el club se vanagloriaba de haber construido un gran equipo y remarcaba una y otra vez que no había otro objetivo que disputar las series de ascenso. Si éste era un discurso con escasa consistencia, la realidad de la competición exige una rectificación urgente. El Inca es ahora mismo un claro candidato al descenso y evitar el desastre es su gran reto. La LEB está llena de ejemplos y nadie es capaz reponerse a un inicio de Liga tan desastroso. La temporada pasada, Los Barrios, con una plantilla prácticamente idéntica a la de este año, vivió una situación similar a la del Inca y evitó las series de descenso a falta de dos jornadas para el final de la fase regular. Le ocurrió al Tenerife de Felipe Coello hace dos años o al propio Ourense de Sergio Valdeolmillos, incluso al Granada de Iñaki Iriarte. Eso sí, existe una diferencia sustancial entre estos clubes y el mallorquín: su capacidad económica.

· Medidas de urgencia
La directiva del Drac Inca ha decidido intervenir y esta noche se adoptarán las primeras medidas. Josep Perich, base fichado para suplir al lesionado Willy Villar, tiene los días contados. El club estima imprescindible incorporar a un base de primer nivel. Miki López tampoco está rindiendo al nivel esperado, pero tiene contrato garantizado y el despido de Perich es menos gravoso para la tesorería. De hecho, el vicepresidente Joan Rubert ha solicitado al área económica un estudio detallado para conocer la disponibilidad económica del club en estos momentos. Hay que fichar con urgencia porque hace falta reaccionar con urgencia.

· El entrenador
En el baloncesto profesional, como en cualquier otro deporte, el crédito de los entrenadores lo marcan los resultados. El Inca es el colista de la LEB. Lo ha perdido todo y la figura de José Àngel Samaniego está sumamente deteriorada. No obstante, su despido es poco probable. La cúpula ha llegado a la conclusión de que despedir al entrenador solucionaría pocas cosas porque el principal problema radica en la confección de la plantilla. Responsabiliza de ello a Samaniego, pero ahora es demasiado tarde para enmendar el error. Nadie entiende los fichajes de jugadores como Palacín, Sergio Rodríguez, Miki López o el propio Josep Perich. Una de las grandes apuestas del Drac Inca para esta temporada fue Nick Davis, pero fue despedido antes de que se iniciara la Liga.

· Leo Gutiérrez
Nick Davis debía formar pareja extracomunitaria con el argentino Leo Gutiérrez, aunque no cuajó y la directiva se escudó en una lesión para largarlo. Su sustituto fue Rocky Walls. En el caso del internacional Gutiérrez, tampoco está respondiendo a las expectativas que había despertado la llegada de un subcampeón del mundo. En Bilbao protagonizó un grave enfrentamiento con Samaniego. En el club no agradó este gesto. Sus prestaciones dentro de la cancha tampoco se ajustan a lo que se esperaba. Además, ocupa la misma posición que Alberto Alzamora, el mejor jugador del equipo. Son compatibles, pero es otro grave error de diseño que tampoco puede solucionarse.