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Gregorio Manzano solicitó a su equipo más agresividad y el equipo le ha hecho caso y de qué manera. Si el jueves la intensidad en la sesión de trabajo fue enorme, ayer también la carga de tensión fue mucha y las cabezas de Lozano y Nadal chocaron, uno para defender y otro para atacar en un saque de esquina. Si el equipo se emplea el domingo con las ganas y la motivación con la que se ha empleado esta semana, el partido ante el Espanyol no se puede decir que esté ganado, pero hay muchas posibilidades de conseguir un resultado positivo.

Dentro de los márgenes deportivos, Manzano quería una mayor dosis de agresividad y de garra y los futbolistas parece, por lo visto esta semana en Son Bibiloni, que han entendido perfectamente bien el mensaje. El ambiente esta semana ha estado marcado por varios aspectos positivos. El regreso de Samuel Etoo al equipo, el nivel de competitividad, la victoria ante el Athletic y la posibilidad de ascender posiciones en la tabla si se gana mañana domingo al Espanyol, han supuesto todo junto una inyección de moral dentro del vestuario sobre todo tras tres semanas muy difíciles debido a las derrotas consecutivas cosechadas contra el Valencia, Celta de Vigo y Atlético de Madrid.

Uno de los jugadores que peor parado ha salido esta semana es Albert Riera, que el jueves sufrió un golpe en el tobillo. Ayer entrenó con normalidad y Gregorio Manzano no tendrá ningún problema para alinear al que, hoy por hoy, es uno de los futbolistas más en forma del equipo. Biagini, Vicente y Lussenhoff son las bajas seguras, mientras que el resto de futbolistas se encuentra a disposición del técnico mallorquinista.