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89 F.C. BARCELONA:César Bravo (10), Juan Carlos Navarro (14), Roberto Dueñas (11), Sarunas Jasikevicius (22), Anderson Varejão (19), "cinco inicial" Nacho Rodríguez (8), Alfonso Alzamora (5), Patrick Femerling (8) y Rodrigo de la Fuente (1). 24 de 39 en tiros de dos puntos, 8 de 17 en triples y 26 de 38 en tiros libres. 31 rebotes (22 defensivos y 9 ofensivos). 31 faltas personales.
107 ESTUDIANTES:Corey Brewer (19), Andrés Miso (13), Felipe Reyes (0), Carlos Jiménez (3), Germán Gabriel (19), "cinco inicial" Nicola Loncar (10), Nacho Azofra (5), Hernán Jansen (21), Íker Iturbe (12) y Jan Martín (5). 12 de 37 en tiros de dos puntos, 19 de 36 en triples y 26 de 35 en tiros libres. 27 rebotes (13 defensivos y 14 ofensivos). 32 faltas personales.
Àrbitros: Fernández, Guirao y Amorós (Cataluña). Señalaron falta técnica a Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes, además de antideportiva a Corey Brewer. También eliminaron por cinco faltas personales a Reyes, Anderson Varejão, César Bravo y Azofra.

FERNANDO FERNÀNDEZ
Una noche mágica se convirtió en una velada histórica casi sin querer. Adecco Estudiantes se llevó en XXXVII Trofeu Ciutat de Palma y logró el récord de triples en un partido jamás logrado por un conjunto de ACB. Diecinueve encestaron los hombres de «Pepu» Hernández, mientras que la marca era de dieciséis, obra del Barça en el tercer partido de la temporada 96/97. El último precedente cabe hallarlo en el Jabones Pardo Fuenlabrada, que sumó dieciséis triples la pasada temporada.

De esta forma, el lanzamiento de 6'25 fue el arma con el que los estudiantiles neutralizaron al potente Barça de Pesic, en el que parece que las ausencias de Bodiroga y Fucka pasaron demasiada factura a una plantilla confeccionada para arrasar allá donde vaya y juegue. Fue el cinco azulgrana el que empezó marcado la pauta, con un mal ataque estático estudiantil.

Pero Iturbe y compañía se metieron en el partido y pusieron por delante al Adecco Estudiantes en el minuto siete (13-14) para mantener la hegemonía durante una importante porción del encuentro, que llenó Son Moix e hizo vibrar a los aficionados al mundo de la canasta, que respondieron de forma holgada a una cita que se consolida tras un período en el aire.

Los madrileños fueron administrando cortas ventajas durante los primeros diez minutos, aunque el despegue definitivo de los pupilos de Hernández llegaría en el segundo cuarto. Loncar ponía el punto de calidad y puntería necesarios y demostraba su condición de artillero. Brewer ponía la velocidad y todo pintaba a las mil maravillas para Adecco Estudiantes (31-43). Hasta que los nervios y el desconcertante criterio arbitral hicieron acto de presencia en un Son Moix completamente lleno e inmerso en un ambiente festivo.

Una técnica a Navarro, que suponía su cuarta personal, y una sospechosa antideportiva a Brewer servían para llegar a un ecuador de partido en el que el Barça no supo sobreponerse al acierto de un Estudiantes implacable en la labor triplista con once lanzamientos convertidos. Tras el descanso llegó al resurrección del equipo de Svetislav Pesic. Con Femerling perdido bajo el tablero, Anderson Varejão encontró la oportunidad idónea para reivindicarse en un vestuario complicado. Y lo hizo el brasileño, con la muñeca caliente y muchas ganas bajo el tablero.