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Jorge Muñoa - MADRID
El breve acrónimo que identifica a la Asociación de Clubes de Baloncesto por sus iniciales, las famosas siglas ACB, correrá de boca en boca a partir del próximo sábado como sinónimo de la mejor competición del mundo después de la poderosa NBA estadounidense. «Tengo fe en que este año va a ser el año del baloncesto. Estoy seguro de que la ACB va a dar que hablar. Tenemos la competición que reúne el mayor número de estrellas después de la NBA». Esas contundentes palabras han servido al presidente, Eduardo Portela, para dar la bienvenida a la temporada 2002-2003, la del veinte cumpleaños de la ACB, la única Liga del planeta capaz de mirar directamente a los ojos del profesionalismo estadounidense sin acomplejarse.

Técnicos, jugadores y analistas coinciden en el diagnóstico de Portela. La ACB reúne méritos más que suficientes para considerarse una sucursal de la NBA a este lado del Atlántico y un somero repaso a las plantillas de los dieciocho equipos que van a entrar en liza basta para comprobarlo. La Liga ACB ejerce un irresistible poder de atracción sobre los mejores jugadores y entrenadores del concierto internacional. Por eso ha llegado a Barcelona el yugoslavo Dejan Bodiroga, principal protagonista de la medalla de oro que la selección ´plavi´ ha conquistado en el pasado Mundial, jugador más valioso de la Liga Griega y de la Final a Cuatro de la Euroliga en la anterior campaña y, por encima de todo, el jugador europeo que mayor talento acumula.

También por ese motivo le han acompañado Gregor Fucka, el MVP de la última Lega italiana, un alero de enormes brazos y baloncesto versátil que ha mortificado a todos los equipos españoles durante su estancia en Italia; el mastodóntico pívot estadounidense Rashard Griffith, cazado a última hora por el vigente campeón, el Tau Vitoria; y Roger Esteller, que durante dos temporadas ha triunfado en Francia a la espera de un billete de vuelta a la Liga ACB, a la que ha regresado para enfundarse la camiseta del Unicaja.

Pero aún hay más. Las canchas españolas acogen esta campaña a trece medallistas del último Mundial, a diez de los internacionales que han situado a España en el quinto puesto del mundo, al técnico que ha conducido a Yugoslavia a la cima, Pesic, a uno de los únicos entrenadores que han ganado cuatro Euroligas, Maljkovic, y a un grupo de aspirantes a ganar la española