La eliminación en la Copa del Rey del Villarreal el martes ante
el Hércules, que milita en la Segunda División B, ha sido el
detonante de esta decisión, después de que el técnico hubiera sido
cuestionado por parte del entorno del club desde finales de la
pasada campaña, cuando el equipo se mantuvo agónicamente en la
categoría.
El empate cosechado en El Madrigal ante el Osasuna en la primera
jornada de Liga, tras contar con una ventaja de dos goles, reavivó
la crítica situación del técnico, que llegó al club castellonense
en la campaña 2000-01.
El técnico, tras darse a conocer públicamente su destitución,
explicó: «las cosas se han precipitado muy rápido, ayer "por el
martes" jugamos un mal partido y las sensaciones no fueron nada
buenas. Esto sumado al ambiente de nerviosismo que se respira ha
hecho precipitar la decisión de los dirigentes del club».
«Me voy satisfecho y contento con el trabajo realizado, creo que
hemos hecho buenas cosas y no pienso que el último año haya sido
tan malo, todo lo sucedido es fútbol y a pesar de que sufrimos al
final de la pasada campaña, tuvimos la alegría de mantener la
categoría», añadió Víctor.
El ya ex entrenador del Villarreal comentó que todo ha sido muy
reciente, por lo que considera que no es el momento de hacer
valoraciones profundas. «Tan sólo quiero dar las gracias a toda la
gente que me ha apoyado y ha estado conmigo. Estoy orgulloso de
haber estado dos años y medio aquí, donde he encontrado mucha gente
buena», apuntó.
Víctor Muñoz reconoció que no se esperaba este desenlace tan
rápido y confesó que en la noche del martes repasó vídeos sobre el
Valladolid, su próximo rival en Liga, y que tenía previsto dirigir
el entrenamiento vespertino de ayer miércoles. El técnico, que no
precisó si sus ayudantes permanecerán en el Villarreal, comentó que
ayer tarde se despedirá de los jugadores y que desconoce quién será
el responsable de dirigir este entrenamiento.
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