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Será porque mamó el voleibol del mejor Son Amar de todos los tiempos, pero lo cierto es que Jesús Sánchez Jover no acepta que el Festival Park sea un equipo del montón. Conoce el discreto presupuesto que maneja Ricardo Ramos, pero ha devuelto un discurso ambicioso al equipo. El objetivo es clasificar al equipo para la Copa del Rey, pero no renuncia a luchar por el play off por el título.

La historia del voleibol mallorquín está repleta de hechos importantes. Sin duda, una de las mejores páginas la escribió el Son Amar. Durante esas temporadas Jesús Sánchez Jover militaba en los juveniles del equipo, coincidiendo con el paso de su hermano por el primer equipo. Años después Jesús aterriza de nuevo en la Isla. Las cosas han cambiado, pero la retina del nuevo entrenador-jugador del Festival Park todavía recuerda aquel grupo. Quiere que Mallorca vuelva a involucrarse con el voleibol y ha confeccionado un buen grupo para dar el primer paso.

Festival Park maneja este curso un presupuesto inferior al de la pasada temporada, pero las expectativas de Sánchez Jover son mucho más ambiciosas que las de Vallín. Al grupo isleño ya no le basta con mantenerse, quieren asaltar la Superliga Masculina.

Los ocho mejores equipos de la primera vuelta disputan la Copa del Rey. El tren se escapó la pasada temporada, pero Sánchez Jover tiene claro que este año no puede pasar de largo por Mallorca. Lleva poco más de dos semanas entrenando con su nueva plantilla "algunos jugadores tan sólo llevan unos días", pero ya está mentalizando al grupo de que es un objetivo que hay que cumplir.

La Copa del Rey es sólo la primera meta. Este equipo reúne muy buenas piezas y podrían finalizar la fase regular entre los cuatro primeros, lo que les permitiría luchar por en play off por el título y optar la próxima temporada a jugar en Europa. Este no es un objetivo que haya pedido el club, pero al que tampoco nadie quiere renunciar.