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Efe - NUEVA YORK
Pete Sampras se impuso ayer a su eterno rival Andre Agassi en la final del US Open, triunfo que para el tenista estadounidense «bien podría ser el mayor logro de mi carrera». Sampras demostró con creces porqué está considerado uno de los más grandes de la historia de este deporte al derrotar a Agassi por 6-3, 6-4, 5-7 y 6-4 en dos horas y cincuenta y cuatro minutos de juego, y de paso dio una lección a todos los que hablaban de su bajo rendimiento y de la conveniencia que su retiro.

Frente a su eterno rival, con quien ha disputado 34 partidos, incluidas cinco finales de Grand Slam, Sampras justificó con creces la porfía que lo hizo seguir jugando pese a no obtener buenos resultados.

Desde julio del año 2000 Sampras no ganaba un torneo, y había caído sin apelación contra Marat Safin en la final del US Open en el 2000 y contra Lleyton Hewitt en el 2001. Esto, sumado a los malos resultados del año 2002 hacían pensar en un inminente retiro. Pero Sampras insistía en que sentía que aún podía ganar un Grand Slam más, y el escogido fue precisamente el de su país, el primer Grand Slam que ganó hace doce años, enfrentándose al mismo Agassi.