El último icono de aquella generación de futbolistas que durante el
verano del 98 encumbró al Mallorca B, se ha despedido. Josemi, el
compañero de viaje de Luque en el tránsito del filial hacia la
Segunda División, ha rescindido «de forma amistosa» el contrato que
le vinculaba al club balear y que tenía vigencia hasta el 2004
porque necesita «empezar de cero», según aseguró ayer el atacante.
El ariete del Rafal le ha abierto la puerta del vestuario a Leo
Biagini, al que la entidad ha decidido inscribir en la Liga.
«Era el momento de tomar una determinación y por eso hemos
alcanzado un acuerdo», explicó el jugador ayer en Ultima
Hora Radio. Josemi, que se marcha «sin rencor», manifestó
que «todo ha tardado demasiado en definirse porque ahora ya es
imposible encontrar equipo. Se ha cerrado la inscripción y tendré
que esperar hasta diciembre entrenándome por mi cuenta para luego
buscar equipo», agregó el mallorquín. El atacante formado en el
Miquel Nadal significó que «no quería estar otro año en blanco como
este. Debo asimilar y entender que no he podido triunfar en el
equipo de toda mi vida, pero también soy consciente de que he
tenido muy pocas oportunidades», agregó.
Josemi ha disputado apenas cinco encuentros con el primer equipo
«y siempre salí al campo con un resultado negativo». Cumplió dos
ciclos en el Lleida (en la temporada 98/99 y en la 99/00) y
posteriormente fue cedido al Levante. Interrogado sobre el día más
feliz que ha vivido vistiendo la zamarra mallorquinista, Josemi
aseguró que fue «el ascenso a Segunda División A con el filial.
Hicimos historia y además aquel día marqué dos goles. Por contra,
esta semana lo he pasado muy mal; tengo claro que esto le puede
suceder a cualquiera porque el mundo del fútbol se ha complicado
mucho esta temporada».
En el otro extremo se encuentra Leonardo Biagini. El delantero
argentino se ha beneficiado de la marcha de Güiza y de la despedida
de Josemi y ha logrado una plaza en el equipo. El club le ha
inscrito en la Liga de Fútbol Profesional "con el número 6" y el
futbolista aseguró ayer tras el entrenamiento que «voy a trabajar
para tener un hueco en el once, esa es la única arma que tengo».
Biagini, que la pasada temporada jugó en calidad de cedido en el
Portsmouth inglés, espera «contar con alguna oportunidad. Si
cuentan o no conmigo no depende de mi, pero se que la temporada es
muy larga y espero poder entrar en el equipo en algún momento».
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