Alfonso es defendido por David Cortés ante la mirada de Leo Franco.

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1 REAL BETIS: Toni Prats (HH), Luis Fernández (H), Juanito (H), Rivas (H), Varela (HH), Alfonso (HH), Capi (H), Ito (H), Denilson (-), Joaquín (HHH) y Assunçao (HH).
Cambios: Belenguer (H) por Joaquín, Benjamín (-)por Capi, César (-) por Ito y Gastón Casas (H) por Alfonso.
1 REAL MALLORCA: Leo Franco (H), Campano (H), Fernando Niño (H), Lussenhoff (H), Poli (H), David Cortés (H), «Chichi» Soler (HH), Robles (H), Novo (H), Luque (H) y Riera (H).
Cambios: Tuni (-) por Luque, Lozano (H) por Robles, Marcos (H) por «Chichi» Soler, Nadal (H) por Campano, Raúl Martín (-) por Riera y Miki (H) por Leo Franco.
Àrbitro: Pino Zamorano (Comité manchego) (-). Horroroso. Mostró cartulina amarilla a Juanito y expulsó de forma directa a Lussenhoff (Minuto 34) y Denilson (Minuto 12).
Goles:
1-0, minuto 29, Alfonso, de penalti.
1-1, minuto 35, Luque, a pase de Campano.
Incidencias: Más de 15.000 espectadores acudieron al Ruiz de Lopera a la presentación del Real Betis ante su afición. Noche calurosa y terreno de juego en perfectas condiciones.

El Mallorca mantuvo su imbatilibidad en la mini-gira andaluza y saldó con nota su segundo compromiso ante un rival del mismo rango, obteniendo un empate en el Ruiz de Lopera ante un Betis al que la fortuna en la señalación de una pena máxima permitió batir por única oportunidad la meta mallorquinista. La nota negativa de la pretemporada es la grave lesión padecida por Lussenhoff, que en la acción que le supuso la expulsión sufrió un encontronazo que ha acabado con una rotura de tibia, que le tendrá apartado de los terrenos de juego por un espacio de tiempo que comprende entre los cuatro y cinco meses. Esta contigencia abre las puertas a una nueva incorporación, más teniendo en cuenta las necesidades del Mallorca en el puesto de central.

Gregorio Manzano dispuso un equipo que no debe variar mucho del que habitualmente presente el técnico andaluz. Una poblada medular y la solitaria presencia de Luque eran las variaciones tácticas más llamativas. Tan sólo las ausencias de Nadal y Lozano parecieron variar los esquemas previstos. Eso si, la no inclusión en el equipo inicial de Ibagaza acabó pasando factura, dejando claro que su concurso es indispensable en el Real Mallorca. No fue la mejor noche del Mallorca de Manzano, que flaqueó por los flancos y demostró que las nuevas incorporaciones están aún lejos de alcanzar la solvencia y rodaje de los titulares de la pasada temporada.

El encuentro empezó con un ritmo loco, anárquico. La dureza de algunas acciones provocó que el colegiado debiera llevarse la mano al bolsillo con más premura de la normal. De hecho, cuando tan sólo se llevaban disputados doce minutos de juego, una dura entrada del campeón del mundo Denilson sobre David Cortés suponía la expulsión del brasileño. Pino Zamorano se propuso cortar por lo sano con el nerviosismo exhibido por ambos conjuntos en los primeros compases.

El once de Manzano se sobrepuso al extenuante calor reinante en Sevilla, pero la fortuna no quiso estar de su lado. Al filo de la media hora de juego, un servicio desde la banda derecha llegaba dentro del área y caía a los piés de Alfonso. El punta de Getafe fue más listo que David Cortés que, al igual que el colegiado, cayó en su provocación y engaño. Pino Zamora señalaba pena máxima por una entrada más que dudosa del lateral extremeño sobre el otrora internacional. El propio Alfonso transformaba el penalti y ponía por delante al conjunto de Víctor Fernández, al que le costó arrancar en el encuentro que servía de presentación ante su parroquia.

Con el marcador en contra, llegó al desgracia al bando mallorquinista. Lussenhoff derribaba en falta a Joaquín, y el central bermellón se rompía la tibia en una acción desgraciada, a la par que dejaba con un hombre menos al Mallorca sobre el terreno de juego. Luque demostró su instinto rematador y, a pase de Campano, igualaba la contienda, que a lo largo de la segunda mitad, gracias en gran medida al calor, perdió fuelle. Tras la reanudación, ambas escuadras ofrecieron lo peor de su repertorio en algunos momentos, y tan sólo Tuni pudo desnivelar la balanza a favor de los baleares, aunque Toni Prats se encargó de volatilizar los sueños rojillos con una intervención providencial.