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El Drac Inca ya cuenta con todos sus argumentos para rendir cuentas ante la LEB más reñida. Nick Davis es el elegido por José Àngel Samaniego para perfilar de forma definitiva el plantel y el juego interior del equipo de es Raiguer, que en breves fechas contará con el único estadounidense incorporado para afrontar el curso que se avecina.

Davis se ha comprometido con la entidad inquense por una temporada y llega tras haber vivido una auténtica odisea durante los últimos meses que le ha llevado a tres países y tres ligas que en poco o casi nada se asemejan. Su única referencia llega de la mano del Cáceres, club al que estuvo vinculado durante un mes y dos días. Llegado a la capital extremeña para cubrir la baja de André Turner, acabó siendo cortado en favor de Deon Thomas. Tras su breve aventura en ACB, un paso por el Ferrara italiano y el Titanes de Morovis de Puerto Rico, en el que militó en la temporada 2000/2001, completan su currículum más reciente.

Este pívot de 207 centímetros y 25 años es un jugador ideal para la categoría, aunque el único hándicap con el que cuenta en contra es con la falta de físico, que suple con velocidad para correr el contragolpe. Pero si en una faceta brilla Nick Davis es en el rebote, de hecho fue el líder en esa faceta en la competición centroamericana, promediando dieciocho capturas por encuentro.

Con la llegada de Nick Davis, la zona inquense se consolida. Txomin López, Berto Alzamora y Leo Gutiérrez "flamante mundialista con Argentina" completan una línea en la que Davis está llamado, sin dejar de lado a Gutiérrez, a marcar las diferencias pese a su aparentemente débil complexión. Sus números en España se reducen a cuatro partidos, en los que tuvo tiempo de capturar veintidós rebotes y anotar treinta puntos, exhibiendo algunas carencias en el lanzamiento de dos puntos. De hecho, la muñeca no es su fuerte y eso no acabó de convencer a Alfred Julbe, que decidió desprenderse del cinco estadounidense sin que apenas pudiera demostrar sus dotes.