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David Cortés es, desde las siete de la tarde de ayer, la penúltima pieza del vestuario de Gregorio Manzano. A esa hora, Extremadura y Real Mallorca, o lo que es lo mismo, Juanito y Mateu Alemany, cerraban una operación que se complicó por momentos, pero que finalizó con el defensor de Llerena vestido de rojillo. Cortés aterriza en la isla con la difícil tarea de arrebatarle la titularidad a Javier Olaizola. Su puesto de lateral derecho sigue siendo una pesadilla para los aspirantes, pero el pacense es paciente, «pues si juega Olaizola es porque tiene experiencia y se lo merece», destacó Cortés.

El jugador formado en el Extremadura, con el que conoció las mieles y la decepción del descenso a Segunda B, ha firmado por cinco temporadas con el club mallorquinista, que ha debido desembolsar la hoy nada despreciable cifra de 75 millones de pesetas "poco más de 450.000 euros" para hacerse con los servicios del jugador, cuya cláusula de rescisión asciende a la cifra de 2.000 millones de pesetas.

El nuevo rostro de la plantilla rojilla se mostró agradecido al que es su nuevo club «por darme la posibilidad de jugar en Primera División. Sabía que desde la pasada temporada estaban interesados en mis servicios, pero han pujado fuerte. El Mallorca ha sido paciente y ha demostrado que me quería, por lo que espero devolverles su interés dando el máximo», explicó un David Cortés que esta mañana se ejercitará junto a sus nuevos compañeros en los terrenos de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio. Este hombre de banda se definió como «un lateral moderno, que sube la banda con facilidad y es alegre en su juego».

Por su parte, el presidente del Real Mallorca, Mateu Alemany, compareció ante los medios junto a la nueva incorporación, «un jugador seguido de cerca por la secretaría técnica, pues ha demostrado sus posibilidades. Su incorporación era necesaria para cerrar la planificación de la plantilla», reseñó el ejecutivo bermellón. Alemany también dejó claro que ésta no será la última incorporación a la plantilla, «pues necesitamos un jugador más, un central como mínimo», explicó el presidente, que no esconde las negociaciones y el trabajo desempeñado por parte de la secretaría técnica en vistas a cerrar el plantel. Nombres como los de Lussenhoff están al orden del día, aunque todavía no hay nada cerrado «y se sigue trabajando», concluyó el mandatario, que no tuvo apuros a la hora de confirmar el mal momento de las arcas de los clubes, reflejado en la escasez de movimientos registrados en el mercado.

«De hecho, el fichaje de David Cortés se puede situar entre los diez más costosos e importantes del presente verano», expresó con cierto tono irónico un Mateu Alemany que a lo largo de la tarde de ayer cerró los últimos flecos del contrato que Cortés junto a los representantes del lateral extremeño. El trasiego de representantes empieza a ser importante en los despachos de Son Moix, auténtico centro de operaciones del engranaje mallorquinista, que ya cuenta en las bandas con Poli y Cortés, recambios naturales de Miquel Soler y Javier Olaizola, que tendrán a dos potentes competidores en un curso que se presume de lo más intenso.