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Abonado al podio, Iñaki Castañer y su «ONO» empiezan a marcar su territorio en la Bahía de Palma. La gran jornada protagonizada por la embarcación les sitúa en la tercera posición de la general de IMS 600, siguiendo la estela de «Retevisión» y «Telefónica Movistar». Parece complicado desplazar de la cúspide a Jordi Calafat, dominador del grupo B. El Sinergia 40, un barco campeón del mundo, es el argumento principal de una tripulación cargada de experiencia. No en vano, Castañer cuenta en su haber con seis campeonatos del Mundo de la Clase Crucero, cinco en tres cuartos de Tonelada y uno en media Tonelada, éste último a bordo del «Mafrío», en 1992.

La Copa del Rey no es ni mucho menos una desconocida. El regatista madrileño ha obtenido dos segundos puestos (2000 y 2001) y alcanzó la gloria en 1999, lo que le convierte en uno de los más laureados. En la presente temporada, el «ONO» ha consolidado sus opciones futuras con la consecución del Campeonato de España de IMS. Pero la mala fortuna se ha cebado con el «ONO», que debió abandonar en la Breitling al romper el mástil y perdió por lesión a uno de sus hombres. «Es mucha casualidad, pero esperemos que esa suerte adversa no lo sea siempre y cuando nos sonría podamos decir que lo merecemos y hemos cumplido nuestro cometido», significó un Iñaki Castañer prudente pese a la privilegiada posición alcanzada ayer y en vísperas de la regata larga.

Castañer no quiere hacerse grandes ilusiones, pues la competición acaba de comenzar y aún restan demasiadas millas náuticas para empezar a hablar de grandes favoritos. «Nuestro grupo es tremendamente competitivo. El secreto no es otro que situarse pronto y mantenerse entre los primeros, ser inteligente y regular», manifestó el experimentado navegante. Son siete los puntos que el «Retevisión» ha sacado en un inicio abrumador, pero «el desarrollo de la regata ha dejado ver un nivel extraordinario. Es para estar contentos en todos los aspectos, pero hay que mantener la calma», concluyó un Iñaki Castañer que refleja en su rostro el sentir de una tripulación que confía en el proyecto.

Sin lugar a dudas, el gran protagonista en el Náutico fue el «Caixa Galicia» de Roberto Bermúdez de Castro y Vicente Tirado, que aprovechó el descalabro del «Mean Machine» para situarse por delante de un grupo en el que los ilustres de la flota empiezan a asomar la proa. Bermúdez apeló a la cautela, más teniendo en cuenta las 125 millas que hoy llevarán hasta Cabrera, un trazado de buen recuerdo, pues en la pasada edición, el «Caixa Galicia» se puso al frente de la general tras la regata larga. «No buscamos ser los primeros por un día, precisamos de una línea de regularidad que va a ser la que nos de la victoria o no», reseñó el patrón de la embarcación bancaria.

Uno de los alicientes que juega a favor del nuevo líder es la incorporación del táctico Dee Smith. El estadounidense ha competido en regatas de la entidad de la Admiral's Cup, Copa América o Volvo Ocean Race, y para Bermúdez «está demostrando ser un buen fichaje». Al filo del ecuador de la Copa del Rey, el barco gallego ha dado un golpe de efecto en dos mangas impecables.