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Miquel Alzamora KÖSSEN
Por fin un respiro, unas horas para tomar aire, para comer algo diferente y para salir del hotel de concentración. Gregorio Manzano dio ayer medio día libre a sus futbolistas que desde las doce del mediodía a las nueve de la noche, pudieron campar a sus anchas por donde quisieron.

Hubo varias alternativas. Una visitar la ciudad de Innsbruck. Esta alternativa fue tomada por Gregorio Manzano, su segundo Gonzalo Hurtado y también por los jugadores Marcos Martín, Miquel Buades y Miki Garro.

Otros decidieron ir hasta Kirsbuigen para seguir las evoluciones del torneo de tenis que ahí se desarrolla. Esta iniciativa la emprendieron el delegado Damià Amer, el jefe de prensa Joan Frontera, el preparador físico, Antoni Servera y los jugadores Nadal y Paco Soler. También el entrenador de porteros, Joan Mesquida y el ayudante del doctor, Joan Antonio Martorell se marcharon al tenis.

Pero el grupo mayoritario de futbolistas entre los que estaban Lozano, Merino, Ibagaza, Franco, Viale, Güiza, Biagini, Novo, Tuni entre otros decidieron que lo mejor era echarse un paseo por el centro de Kössen, tomar de paso una pizza y salir del hotel de concentración.

Sin embargo el Sonneck Hotel dista a tres kilómetros del centro por lo que se formuló una pregunta entre los expedicionarios, ¿cómo llegar? La respuesta estaba en el garaje, donde se encontraban las bicicletas. Todos tomaron una y a pedalear hasta el centro. En pocos minutos llegaron al pueblo y se relajaron tomando una pizza y visitando la media docena de calles que componen la localidad.