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Agencias SEÚL
El Mundial 2002 dejó atrás unos octavos de final que se cobraron a víctimas ilustres y permitieron seguir adelante a cuatro «novatos» como Senegal, Corea del Sur, Turquía y Estados Unidos, que se unieron a los históricos Alemania, Brasil e Inglaterra, y a España, que este año sueña con tener la suerte que siempre le ha sido esquiva.

Si en la primera fase fase cayeron inesperadamente Francia, Argentina y Portugal, en los octavos de final la baja de mayor rango fue la selección «azzurra», que fue eliminada por Corea del Sur, gracias a un gol de oro de Ahn Jung Hwan (2-1).

Este éxito de la escuadra del técnico holandés Guus Hiddink, que ya había dejado fuera en la primera fase a Portugal, permite seguir soñando a un país que se ha contagiado de una marea roja, el color de la camiseta del equipo, que ha invadido la vida y las calles del país.

La alegría de Corea del Sur coincidió con la tristeza de Japón, eliminada por Turquía. Curiosamente, en la Copa de las Confederaciones del pasado año, ensayo general de la Copa del Mundo, Corea del Sur no pudo superar la primera fase que disputaban ocho equipos, mientras que Japón llegó a jugar la final, cayendo derrotada por Francia (1-0).

Suecia fue el otro país que se cayó inesperadamente al ser derrotado por la otra gran sorpresa del Mundial, Senegal, que se impuso por 2-1, gracias a otro gol de oro de Henri Camara, que además logró el doblete en aquel partido. Junto a Senegal (en su primer Mundial), Corea del Sur (que nunca había ganado un partido en cinco participaciones anteriores) y Turquía (que había desaparecido de la escena internacional desde 1954), todos ellos neófitos en unos cuartos de final de un Mundial, apareció Estados Unidos (que había perdido todos sus partidos en Francia-98), que venció a sus vecinos del sur, México, por 2-0, con tantos de McBride y Donovan.