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Efe SEÚL
El brasileño Vitor Borba Ferreira «Rivaldo» se convirtió en la primera víctima de la guerra declarada contra la «simulación» por la FIFA, pero el delantero del Barcelona reaccionó a la multa afirmando que «no se arrepiente» de la polémica jugada.

La Comisión de Disciplina de la Fifa sancionó a Rivaldo con una multa de 11.500 francos suizos (unos 7.020 dólares) por su comportamiento en el partido del pasado día 3, que concluyó con la victoria de la «canarinha» por dos goles a uno.

Rivaldo, que milita en el Barcelona, recibió un balonazo en las piernas del turco Hakan Unsal, cuando se disponía a sacar un córner y se tiró al suelo con las manos en la cabeza. El mismo reconoció después que «exageró» su caída para provocar la expulsión de Unsal, que vio la segunda tarjeta amarilla y tuvo que abandonar el terreno de juego poco antes del final. Turquía había perdido previamente a otro jugador ya que Alpay Ozalan también se fue al vestuario por destruir una ocasión manifiesta de gol, castigada con un penalti que transformó en gol el propio Rivaldo, que no mereció amonestación en el campo a juicio del árbitro coreano Kim Young Joo.

Pese a que Brasil no perderá a su jugador para los próximos compromisos, el escrito de FIFA incluye una seria advertencia a Rivaldo sobre sanciones más severas, en caso de protagonizar otra acción similar en futuros compromisos.

Tras conocer la resolución del caso, el portavoz de la Confederación Brasileña de Fútbol, Rodrigo Paiva, dijo que la delegación acata la decisión adoptada y que no recurrirá la misma, después de lamentar no haber sido informada oficialmente por FIFA sobre la iniciativa de su Comisión de Disciplina de estudiar la acción de Rivaldo.