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Pocas horas después de que el Levante certificara el ingreso en Segunda B, el Constància se frotaba las manos. Apenas un par de días más tarde, la más que probable defunción deportiva del Oviedo ha devuelto al equipo de Inca a la realidad. La opción de que el Levante B no pudiera lograr el ascenso de categoría por el descenso de su primer equipo, ha quedado entre interrogantes a la espera de conocer el futuro del club ovetense, que podría bajar a Tercera por sus problemas económicos, algo que devolvería al Levante a Segunda División A.

«No queremos pensar en ello, porque, de todas formas, el Levante B va a jugar y va a tener sus opciones», reconocía Jaume Bauçà. Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo, ha dado por disuelto al club asturiano y ayer definió la quiebra de la entidad azulada como «la mayor de la historia de la sociedad mercantil regional». Así, todo apunta al reingreso del conjunto azulgrana en la categoría de plata: «Lo que más nos interesa ahora es el partido ante el Orihuela». El técnico de Sineu valoraba de forma «muy positiva» el punto logrado ante el Sant Andreu y explicaba que «tiene mucho valor porque el equipo había sufrido un bajón tras perder ante el Atlètic Balears. Se notó en el tramo final de la Liga, pero ahora tenemos mucha ilusión», agregaba.

Sin embargo, Bauçà comentaba que «hay que ser realista y saber que para nosotros disputar la liguilla ya es un premio. Tenemos que analizar la plantilla que tenemos y saber que equipos como el Orihuela tienen un potencial enorme. Pese a todo, no vamos a renunciar a nada». El Constància, que cuenta con la baja de Xavi Navarro para el choque del domingo ante el temible equipo murciano "que empató en la primera jornada", espera que la hinchada de Inca responda: «Nos toca hablar a nosotros. Ya le pedimos el apoyo antes del partido ante el Atlètic y se llevaron una gran decepción, por lo que ahora queremos darles una alegría», concluía el preparador del conjunto albinegro.