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Miguel Vidal
Los ingleses llaman al Camp Nou el estadio 5 estrellas. Donde se da la mano la épica y el sufrimiento, divisas de un Barcelona cuyo futbolista que lo hizo grande, Ladislao Kubala, agoniza en una habitación de hospital. Ahora que los azulgrana viven aún la conexión holandesa de sus Kluivert, De Boer, Reiziger, Cocu y Overmars, es el momento de recordar que de los húngaros de la eliminatoria anterior en Copa de Europa hace cuarenta y dos años sólo queda en vida Kubala. Los otros dos, Sandor Koczis y Zoltan Czibor, han muerto. Recordemoslos aunque sea tan solo un minuto, ahora que las candilejas de la UEFA han vuelto a iluminar el «clásico» del fútbol español en Europa.

Jorge Valdano, que estaba en el palco del coliseo azulgrana, se hacía cruces del ambientazo que transpiraba el Camp Nou. Incluso para un hombre que como él tuvo el acierto de llamar «miedo escénico» a los equipos que pisan el Santiago Bernabéu es muy difícil ver algo igual. El Camp Nou es, en efecto, un estadio 5 estrellas. A la altura de un Maracaná de Rio de Janeiro, un Centenario de Montevideo, un Murumbi de Sao Paulo o un Hampden Park de Glasgow.

Digno escaparate en todo caso, teniendo en cuenta que se calcula en mas de quinientos millones de telespectadores de todo el mundo que siguieron el partido por televisión. Mas los cien mil en directo. Un lujazo. La mejor tarjeta de presentación del fútbol español con los dos grandes -en títulos- del continente. Ocho veces campeón de Europa, dos veces campeón Intercontinental y dos veces campeón de la Copa de la UEFA, el Real Madrid; y una vez campeón de Europa, cuatro veces campeón de la Recopa, tres veces campeón de la Copa de la UEFA y dos veces campeón de la Supercopa de Europa, el Barcelona.

El partido, además, tuvo emoción y destellos de calidad, aunque sin las exquisiteces técnicas que ofrecieron hace cuatro décadas los Di Stéfano, Puskas, Gento, Villaverde, Luís Suárez y compañía y que yo tuve la suerte de ver en un televisor en blanco y negro que Pere A. Serra había hecho instalar en la redacción de «Fiesta Deportiva». Entonces también el Camp Nou era un olla en ebullición y la explosión de júbilo cuando Evaristo marcó el gol de la victoria fue de las que hacen época. Se había eliminado al Madrid imbatible en Europa (llevaba ganadas las primeras cinco Copas de Europa) y esto no tenía precio. Como no tendria precio para el barcelonismo si ahora se eliminara al Madrid en plena celebración de su centenario y agarrado a la Copa de Europa para salvar la temporada. Muy difícil despues del resultado de ayer, pero no imposible.

Cuatro grandes figuras del fútbol español de siempre, de los que uno de ellos, Nadal, sigue en activo, comentan el partido en esta misma página. No están elegidos al azar. Miquel Àngel Nadal habla en su condición de jugador más laureado en la historia del Barcelona, junto con Pep Guardiola, Guillermo Amor, Albert Ferrer y Carlos Busquets. Ignacio Zoco es un mito del Real Madrid, al igual que Paco Buyo, mientras que Chus Pereda tuvo la dicha de jugar la Copa de Europa con el Sevilla y Real Madrid, además de triunfar en el Barcelona. Nadal, Pereda y Paco Buyo, además, tienen en común que han jugado en el Mallorca. Pereda estuvo en el Camp Nou, respirando pasión, emoción, nervios e incertidumbre.«Cuando marcó el Madrid se escuchó hasta el respirar, pero una vez repuesto el barcelonismo volvió a empujar al equipo hasta la extenuación». Es la gran lección del «clásico». La afición azulgrana, como siempre, sobresaliente.