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Constància y Montuïri abren una jornada en la que la lucha por la liguilla puede sufrir una criba. El once de Jaume Bauçà puede ser, a la vez, el más beneficiado si vence a los rojiblancos. Eso si, siempre que los restantes rivales no sepan sacar jugo de la jornada. Dos encuentros centran todas las miradas. El que más peso específico plantea se vivirá en el Estadi Balear, y en él la Penya Santa Eulàlia debe ganar para seguir con vida y plantar cara a los ocupantes del vagón reservado a la primera clase. Todo el revuelo del partido de ida y las bajas que sufre Iñaki Churruca en su esquema base hacen pensar que la victoria ha de caer del lado del Atlètic Balears.

El segundo epicentro de la jornada es Es Molí Nou de Vilafranca. Vuelve un clásico en las últimas temporadas, con más emoción si cabe por lo que hay en juego y por el potencial de ambas escuadras. El Manacor de Jaume Mut visita Vilafranca con el empate en Na Capellera ante el Arenal aún demasiado reciente, y pretendiendo frenar en seco la impecable marcha del conjunto de Pep Sansó. Pero por la parte de abajo también hay motivos para vibrar. Eivissa y Sóller miden sus respectivos potenciales en un momento tremendamente delicado de la competición. El descenso planea de forma peligrosa por Can Misses, y los hombres de Arabí pueden dar un paso importante cara a la permanencia ante un Sóller que sueña con mantener viva la ilusión.

En la misma dinámica se envuelve la visita del Sporting Mahonés a Es Moleter. Un Cardassar siempre al alza quiere hacer la vida más difícil a los menorquines. Y precisamente en Menorca se vivirá otro partido del morbo. Alaior y Felanitx, o la desesperada pugna por la tranquilidad y por tres puntos vitales. Santanyí y Binissalem dirimen un encuentro con gancho, pero sin urgencias, todo lo contrario que las visitas del equipo de Santa Ponça y el del Poblense a Llucmajor y Son Verí, dos puntos calientes de la tabla.