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Si el Coliseo Balear no dudaba que Marat Safin llegaría al top ten al levantar el trofeo de campeón del Mallorca Open 2000, cuestionarse el futuro de Dinara Safina (Rusia, 1986) es un ejercicio inútil. La hermana del campeón del US Open 2000 y finalista del Open de Australia 2002 ha ganado a sus 15 años dos torneos WTA, sus dígitos delatan una trayectoria similar a la de tenistas como Martina Hingis y su meta es jugar Grand Slams la próxima temporada. Dinara Safina es una persona sencilla y segura. Sus objetivos son ambiciosos pero sabe cuál es el camino que debe seguir para conseguirlos. Su ilusión es ser top ten, pero no tiene prisa.

Los pasos de Dinara Safina están siendo similares a los de su hermano. La tenista rusa hace tres años y medio que entrena en Valencia. En su periplo preparatorio ha disputado torneos por toda Europa y ahora viaja cada semana junto a su madre Rosa y su entrenador Pancho Alvariño por todo el mundo. Actualmente su ránking WTA es el 452, pero victorias como la de la semana pasada en Can Simó auguran una ascensión meteórica.

Dinara Safina es ya una profesional del tenis. Tiene contrato con Babolat y Adidas y unas condiciones inmejorables para colocarse en el top ten. Lleva un año jugando el circuito WTA, ha ganado en Italia y Can Simó, pero no quiere precipitarse para dar el gran salto. A pesar de ocupar el puesto 452 del ránking y tener previsto jugar los Grand Slams el próximo año no va a dar ningún paso en falso. Tiene la lección bien aprendida y no va a arriesgarse a padecer alguna lesión. Quiere subir en la clasificación, pero no a cualquier precio. Juega los torneos que considera importantes y descansa cuando lo cree apropiado.

Pocas veces el futuro de un deportista es tan cristalino. Tiene unas condiciones físicas excelentes "mide 1.83 metros y se mueve muy bien en la pista" y los medios necesarios para tomarse el inicio de su carrera profesional con paciencia. Su polivalencia le permite adaptar su juego en función de las necesidades de cada partido. Golpea la pelota con mucha potencia desde el fondo de la pista y no le tiene miedo a la red. Éstas son las cualidades que quiere exprimir durante este año para tratar de finalizar el curso cerca del puesto 100 del ránking mundial.

Dinara Safina considera que todavía no ha hecho nada. Piensa que hay demasiadas jugadoras que consiguieron con quince años ganar torneos WTA y todavía echa mano de un discurso modesto. La joven jugadora rusa considera que «en el tenis femenino las mejores juegan las finales. Si siempre juegan las mismas es porque hay mucha diferencia entre las diez primeras y el resto».

La relación entre Dinara y su hermano Marat es intensa, pero los viajes de ambos les mantienen mucho tiempo separados. Mantienen el contacto a través del teléfono y Dinara puede ver prácticamente todos los días a su hermano en la televisión, aunque no le gusta ver a través de la pequeña pantalla cómo pierde. «Sientes mucha tristeza cuando ves que tu hermano pierde la final del Open de Australia, pero si lo miras fríamente tampoco pasa nada. Estoy segura que jugará más finales y que ganará».

La tenista rusa acostumbra a participar en individual y dobles, aunque tiene claro que la modalidad por parejas es secundaria. «Me gusta jugar el dobles porque es divertido, pero cuando alcanzas las rondas finales en el cuadro individual te cansa. Creo que en estas circunstancias es mejor tirarlo "dejarse ganar" aunque tu pareja no suele entenderlo». La compañera de Safina en la modalidad de dobles es Paula García y su ránking es el 330, pero la hermana de Marat Safin no quiere hacer carrera en esta modalidad, ella quiere ser campeona individual. Dinara Safina habla perfectamente el ruso, el inglés y el castellano. Tiene los estudios aparcados y sólo se ejercita con los libros cuando está en Rusia, donde tiene su residencia y en la que está normalmente en los meses de verano.