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El Villarreal celebró sus cien partidos en Primera División con una victoria muy trabajada por 2-1 ante el Mallorca, en un partido disputado en el que los locales supieron sufrir para llevarse los tres puntos que les permite alejarse de la zona de descenso a costa del conjunto insular que se hunde en la clasificación. Sin duda, El Madrigal acogía una de las finales que a partir de ahora tendrán que disputar Villarreal y Mallorca para conservar la categoría, por lo que no era de extrañar que en los primeros minutos dominara el nerviosismo en uno y otro equipo. Las armas ofensivas quedaron definida desde los primeros instantes y mientras el Mallorca esperaba las jugadas a contragolpe con Losada y Luque y rondaba con peligro el área local, el Villarreal creaba peligro por las bandas, sobre todo con las llegadas de Calleja.