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La MTB Mallorca Classic topa con un inconveniente serio. La Asociación Hotelera de Cala Millor ha cambiado radicalmente sus intenciones de apoyo en vistas al desarrollo de la competición, forzando a su vez un cambio radical en su logística. Govern Balear, Consell de Mallorca y Ajuntament de Sant Llorenç se mantienen como las instituciones valedoras de la competición, del máximo rango UCI, y que permitirá traer a nuestra isla a lo mejor de la bicicleta de montaña el próximo día 12 de mayo, a una semana del inicio en Madrid de la Copa del Mundo.

Según comentó a esta redacción Miquel Àngel Rosselló, rostro visible de Son Negre Promocions, empresa organizadora del evento, «la competición peligra». El motivo principal es «la renuncia de los hoteleros de Cala Millor a colaborar en la misma medida que las instituciones públicas, reduciendo su ayuda a un treinta por ciento de descuento en las plazas hoteleras». Si finalmente no se llega a buen puerto, la MTB Mallorca Classic cambiará su ubicación, por lo que la colaboración del Ajuntament de Son Servera "que también parece desmarcarse" y el de Sant Llorenç, desaparecería al trasladarse fuera de su municipio el acto en cuestión.

El alto coste de traslado y contratación de los ciclistas, unidos al montaje de la prueba, elevan unos gastos que alcanzan cifras astronómicas si se tiene en cuenta que se necesitan unas 400 plazas durante tres noches. Se da la circunstancia de que para contar con una prueba de la Copa del Mundo en Mallorca, se deben aprobar requisitos de la talla de esta prueba. Entonces, el gasto correría a cargo de los corredores y acompañantes, capital que caería en las arcas de los hoteleros.

Ahora, según Rosselló, el gran problema y objetivo a corto plazo se plantearía «a la hora de encontrar un nuevo escenario y reubicar a los ciclistas», siempre que los hoteleros no den marcha atrás. Para ello se barajan las fincas de Aubarca y Es Verger, situadas en el término de Artà, de titularidad pública, y que supondrían el marco ideal para que deporte y naturaleza se den la mano en una cita histórica.