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YAYO ÀLVAREZ-GELSENKIRCHEN Muchos de los propios alemanes tienen dificultades en ubicar correctamente la ciudad de Gelsenkirchen en el mapa. Pero si se les indica que uno de sus barrios es Schalke la cosa cambia y no tendrán problema alguno en afirmar que se halla en plena cuenca del Ruhr. Esto no es ninguna exageración. El Schalke 04 ha dado fama a la pequeña ciudad de 290.000 habitantes de Renania del Norte-Westfalia y, así, el conjunto blanquiazul se ha revelado como el embajador más importante de Gelsenkirchen.

Enclavada en el corazón de la que fue la cuenca carbonífera más importante de Europa y una de las zonas más castigadas por lo bombardeos aliados a finales de la II Guerra Mundial, a Gelsenkirchen se le asocia desde siempre con minería, altos hornos y emigración. Como toda ciudad industrial su entorno resulta poco, o nada, atractivo para el turismo. Además, la paulatina desaparición de lo que fue la principal fuente de ingresos, esto es, la mineria, ha sumido a toda la región en un estado que roza la desesperanza y el miedo al futuro.

Y es que el cierre de las minas y el difícil camino de la reconversión industrial ha llevado a esta zona a tener una cota de desempleo del 17 por ciento, equivalente a la de algunas regiones de la antigua RDA. La clasificación del Schalke 04 para la Liga de Campeones ha supuesto una inyección de moral para una población presa de la zozobra económica a la par que una inesperada fuente de ingresos. Ha sido tan fuerte este sentimiento de autoestima recuperada que se ha notado incluso positivamente en el mercado laboral.