Samuel Eto'o intenta progresar ante la oposición de varios contrarios. Foto: J.TORRES.

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2 PANATHINAIKOS: Nikopolidis (H), Henriksen (HH), Seitaridis (HH), Paulo Sousa (HH), Vlaovic (HHH), Michaelsen (HH), Kyrgiakos (HH), Konstantinou (HH), Basinas (HH), Kragounis (HH) y Fyssas (HH).
Cambios: Olisadebe (H) por Konstantinou en el minuto 80; Kolkka (H) por Karagounis en el 80* y Vokolos (-) por Goran Vlaovic en el minuto 82.
0 MALLORCA: Leo Franco (H), Fatih (-), Nadal (H), Niño (H), Miquel Soler (H), Marcos (H), Engonga (-), Paunovic (-), Campano (H), Luque (-) y Eto'o (-).
Cambios: Carlos (H) por Luque en el minuto 59; Novo (H) por Campano en el 69* y Riera (-)por Marcos en el 86*.
Àrbitro: Konrad Plautz (Austria). Mostró cartulinas amarillas a Fyssas (Panathinaikos) y Fernando Niño (Mallorca).
Goles:
1-0, minuto 25, Vlaovic sorprende a la defensa y supera a Leo Franco por alto en su media salida.
2-0, minuto 28, Konstantinou recibe un buen pase desde la derecha, controla en el interior del área y bate a Franco; en su camino hacia la red, el balón toca la pierna de Fatih.

M. ALZAMORA/ T. TERRASA/ J. TORRES
ENVIADOS ESPECIALES A ATENAS
E l Mallorca ardió en el infierno griego. El equipo de Krauss se vió claramente superado por el Panathinaikos, que en apenas treinta minutos inclinó el partido de forma brusca. Primero Vlaovic y después Konstantinou lanzaron dos latigazos que desarmaron al cuadro balear. La función que albergó el Apostolos Nikolaidis resultó altamente nociva para los bermellones. Su fútbol resultó deprimente y las consecuencias son tangibles: tercero en un grupo C donde manda el Panathinaikos.

Panathinaikos mandó con autoridad durante gran parte del primer acto y no tuvo excesivos problemas para llenar de piedras la mochila del Mallorca. La fluidez que ofreció el equipo bermellón en el trayecto inicial de la función se desvaneció con la misma rapidez que Goran Vlaovic se anticipó a la pareja de centrales y sorprendió por alto a Leo Franco. Casi sin tiempo para recuperarse, Konstantinou se burlaba de nuevo de la cobertura bermellona controlando un balón imposible en el interior del área y rematando con suavidad. En su camino hacia la red, el balón impactó en la pierna de Fatith, un futbolista de indudable calidad pero que está respondiendo de mala manera a las oportunidades que le ha ofrecido su entrenador. Esta vez, Fatith actuó en su posición natural "lateral derecho", pero no aportó nada interesante. La otra novedad en el dibujo del Mallorca estuvo en la presencia de Veljko Paunovic en la banda izquierda del centro del campo. Su aportación también estuvo cargada de mediocridad. Apenas entró en juego, aunque ese fue un hecho extensivo a toda la zona de creación balear.

El fútbol pragmático y vertical del Panathinaikos contrastó siempre con la espesura de los bermellones. En la segunda parte se acentuó el desequilibrio. Lejos de alterar su discurso, el Mallorca multiplicó los defectos. Perdió el balón donde nunca debe perderse y su desorden convirtió el partido en un monólogo local. De hecho, sólo la puerilidad de Konstantinou evitó que se agrandara la herida mallorquina. Autor de un tanto formidable, los errores del delantero del Panathinaikos en la reanudación evitaron que el marcador adoptara un sentido humillante. Krauss tiró de Carlos Domínguez y Àlvaro Novo "un simple cambio de piezas", pero nada cambió. De hecho, el primer disparo a la portería de Nikopolidis que efectuó el Mallorca llegó en el minuto 37 "a botas de Samuel Eto'o", un bagaje demasiado escaso para superar a un equipo que le superó en todos los aspectos del juego.