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Los mejores deportistas mallorquines están protagonizando una preocupante estampida. En el mes de junio el tenista Tomeu Salvá anunciaba que dejaba la Escuela Superior de Tenis para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona. Ahora, la nadadora Roser Vives sigue sus pasos y también ha elegido la Ciudad Condal para ejercitarse.

La marcha de Tomeu Salvá y Roser Vives tendría que provocar una reflexión en el seno de la Escola Balear de l'Esport (EBE). En la actualidad hay tres deportistas mallorquines que se encuentran entre los mejores del mundo: Rafael Nadal, Tomeu Salvá y Roser Vives. Que dos de los tres decidan abandonar la Isla para continuar su preparación hacia el profesionalismo debería hacer recapacitar al Govern balear.

El plan deportivo del Govern Balear es demasiado confuso y secreto. La EBE lanzó el proyecto que tiende hacia el CAR tarde. Tomeu Salvá ya había tomado la decisión de marcharse y no se le pudo retener. Aunque en peores condiciones se encontraba Roser Vives, un año mayor, que se veía excluida de este plan ya que este año cursará primero de bachiller. La Direcció General d'Esports está defendiendo con uñas y dientes sus competencias en tecnificación, pero después despreocupa a los deportistas con mejor proyección de las Islas.

La Escola Balear de l'Esport ya ha perdido a dos de sus grandes nombres. Rafael Nadal, por el momento, ha decidido permanecer en Mallorca y se seguirá entrenando bajo las órdenes de Jofre Porta y Toni Nadal. Pero hacerle pagar cincuenta mil pesetas mensuales no parece la mejor solución para retener al mejor tenista del mundo infantil, un jugador con muchas ofertas.