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FERNANDO FERNÀNDEZ La bahía de Palma inicia su período de esplendor estival con la celebración desde hoy y hasta el domingo de la VII edición de la Regata Breitling Illes Balears. A la caza de la preciada gorra, las veintinueve mejores embarcaciones de la clase IMS darán color y vida a unas aguas en la que la amenaza del viento planea como principal obstáculo.

Entre los favoritos, el «Bribón», ganador de la pasada edición, y que volverá a contar con el rey Juan Carlos a la caña. Su principal amenaza, la mejor embarcación del momento, el CAM de Fernando León, campeón del mundo de IMS. Parece que este pulso será sobre el que giren las regatas, pero no debemos pasar por alto a candidatos de la talla del Banco Espírito Santo, el Telepizza-Pepsi, el Tau, el Azur de Puig o el Antena 3, entre otros, como el campeón de la pasada Copa del Rey, el Fadesa.

Se espera, si las condiciones atmosféricas lo permiten, que entre hoy y el domingo se disputen cinco pruebas, comenzando con dos regatas barlovento-sotavento "trazado habitual" con un recorrido de entre ocho y doce millas, que darán inicio a las doce del mediodía en Portals, que vuelve a revolucionarse durante estos días, en los que la flota halla refugio en nuestras aguas en los albores de una nueva entrega, la vigésima de la Copa del Rey. La complejidad de las regatas las hace adecuadas para los navegantes más técnicos, reflejando la capacidad y la preparación de las tripulaciones en cuanto a efectividad y rapidez en las maniobras, además del dominio de la táctica.

Merece mención entre la lista de inscritos la presencia de cinco barcos diseñados en España, como son el «Mallorca Yachting» de «Pepote» Ballester, el «Banco Espírito Santo» o el «Zúrich». La competición se distribuirá en dos grupos, de los que saldrá el vencedor final por compensación de resultados. Con la Breitling, el calendario náutico dibuja la parte más ascendente de su trayectoria, y el ambiente náutico se empieza a dejar ver tras el parón sufrido desde la disputa del Princesa Sofía, otra de las tres grandes pruebas que tienen como sede las cotizadas aguas de la bahía de Palma, escenario de multitud de «batallas» navales de primer nivel, que forman parte de la historia de la vela mundial.