TW
0

Ocho años después de su dolorosa derrota ante Sydney en la pugna por organizar los Juegos de Verano de 2000, la ciudad de Pekín afronta de nuevo como máxima favorita el examen final por una sede olímpica. La candidatura de la capital china, tras el duro golpe que sufrió en 1993, ha trabajado a fondo para evitar que se repita aquella pesadilla y mañana, en Moscú, sabrá si su esfuerzo no ha sido en vano.

La asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) que preside Juan Antonio Samaranch, en su 112 Sesión, decidirá qué ciudad es la elegida para albergar los Juegos de 2008 y Pekín tendrá como adversarias a París, Osaka, Toronto y Estambul. Si en la elección de sede de los Juegos de 2000, celebrada en Mónaco en septiembre de 1993, fue Sydney la gran rival de Pekín, ahora es París la principal amenaza del sueño olímpico chino. La candidatura asiática, sin embargo, parece afrontar este duelo con más garantías.

El informe de Pekín que elaboró la Comisión de Evaluación del COI invita a la esperanza a la capital china y, además, la apertura del mercado de productos olímpicos al país más poblado del planeta es un factor con el suficiente peso para inclinar la balanza. La concesión de los Juegos de 2004 a Atenas también puede serle favorable por la regla no escrita que acostumbra a seguir el COI de aplicar la rotación de continentes a la hora de elegir las sedes. Los Juegos Olímpicos no se han disputado dos veces seguidas en el mismo continente desde 1952, cuando Helsinki tomó el relevo de Londres.