21/06/01 0:00
ANA HUERTAS
Con una espectacularidad digna de los más altos acontecimientos dio
comienzo la fiesta de fin de temporada de los equipos base del Real
Mallorda, una fiesta que se prolongó hasta casi la una de la
madrugada. Una foto gigante del que fue su propietario, don Antonio
Asensio, recientemente fallecido, en el centro del escenario y a
ambos lados de la misma unas descomunales pantallas proyectaron a
todos los equipos que componen el club rojillo. Fue, sin duda, el
mejor homenaje que se le pudo hacer a un hombre bueno que supo
hacer la mejor historia del club mallorquinista. Todos recibieron
su premio desde la escoleta hasta el equipo de Segunda División.
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