El Manacor es el ganador del partido que le enfrentó el pasado
sábado al Balaguer, según el artículo 279.2 del reglamento de la
Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El conjunto de Jaume Mut
logrará el triunfo por 3-0 si el Comité de Competición aplica la
normativa que especifica que un equipo (Balaguer) perderá el
encuentro si queda con menos de siete jugadores sobre el campo y
tal reducción de futbolistas viene motivada por distintas
expulsiones.
El Balaguer-Manacor se juega ahora en los despachos. La
directiva del club rojiblanco envió ayer un escrito al Comité
amparándose en este artículo y en el acta arbitral que redactó el
colegiado aragonés Armero Conde tras el choque, que revela la
expulsión de seis jugadores del conjunto catalán y la consiguiente
suspensión del partido. Todo arrancó con el gol de Kiko (y no de
Vidal) en el minuto 88; tras una falta en el centro del campo el
Manacor pone el balón en movimiento desde un punto que no se
corresponde con el de la infracción, según los jugadores del
Balaguer, que se apresuran a reclamar, empujar y zarandear al
árbitro. El trencilla, que ya había enviado a la caseta a Sergio en
el minuto 83, expulsa a Eduardo, Bañuelos, Tenorio, Rafa y Menchón
en el 88, a falta de dos minutos para el final. Ante la
imposibilidad de seguir jugando, debido a la inferioridad local,
Armero Conde suspende el partido y refleja en el acta posterior
"que tuvo que redactar en comisaría tras abandonar el campo en una
ambulancia, para no ser reconocido por la afición" que, además de
los dos minutos que restaban por jugar, debían añadirse cinco más
como consecuencia de las pérdidas reiteradas de tiempo y que las
sanciones se deben a continuos empujones y protestas de los
jugadores del Balaguer.
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