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José Luis Oliete, el técnico soñado, el entrenador de consenso, ya ejerce en el Drac Inca. El preparador aragonés fue presentado ayer y avisó que esta temporada va a conocer la LEB «más dura de la historia», pero que el equipo trabajará para intentar estar «entre los mejores». El de Zaragoza abre su ciclo en Inca con la intención de lograr una comunión «entre plantilla y afición» porque «unidos será difícil perder».

Oliete ha apostado por sentarse en el banquillo del Palau por tres razones fundamentales: «El apoyo que el público muestra a su equipo en los partidos que juega en casa "de matrícula de honor, agregó", porque me han asegurado que se podrá mantener gran parte de la actual estructura del grupo y por la concordancia de ideas con algunos de los miembros del club», según explicó el técnico.

Sobre el futuro de la plantilla aseguró que «es pronto para hablar sobre los jugadores que seguirán o se marcharán; hay que ver el mercado y conversar con el director técnico para conocer las posibilidades del club». Interrogado sobre el destino de los tres ejes sobre los que se movió el equipo la campaña anterior "Stuckey, Stacey y Cabral" Oliete afirmó que «el año pasado realizaron una buena temporada, pero sólo puedo decir que son grandes jugadores. Cabral tiene muchas novias, Stuckey firmó una gran campaña y a Stacey lo conozco menos, pero creo que está buscando el equilibrio como profesional».

El preparador maño acaba de cerrar su periplo en la ACB y explica que «me considero un entrenador de LEB». Sobre las diferencias de categoría Oliete habla de dos grupos: «La distancia entre los siete u ocho primeros de la ACB y el resto de conjuntos es abismal, por lo que creo que muchos equipos tienen un potencial semejante al de algunos de la LEB», concluía el entrenador inquense.