La etapa fue un trámite para los que luchan por la general y de
protagonismo para los aventureros, especialmente para los
representantes de los equipos españoles, pues volvieron a estar en
todas las escapadas que se registraron en la jornada. Para los
primeros de la general fue un tramite más. En ningún momento
sufrieron sobresaltos. Se limitaron a seguir el ritmo que les
imponían otros y el equipo del líder italiano Dario Frigo controló
sin mayores agobios esas escapadas. La fuga buena nacía hacía el
kilómetro 82 cuando se fueron diez corredores, ninguno de ellos
peligroso para la general y entre ellos los españoles Pablo
Lastras, Alexis Rodríguez y Joaquín López. Entre todos abrieron un
hueco de hasta ocho minutos, a falta de 75 kilómetros de la línea
de meta. El pelotón seguía dormido y nadie intentó poner ritmo de
caza.
Los Cipollini, Quaranta, Leoni, Hondo y Blijlevens, entre otros,
no estaban por la labor. Acusaban el esfuerzo realizado en el
segundo puerto, catalogado de segunda, aunque mucho más duro que el
primero. No lo pasaron bien y el grupo de escapados lograba
mantener la diferencia debido a ese conformismo. A falta de 5 kms
Pablo Lastras lograba dejar de rueda a sus compañeros de escapada y
por algunos momentos acaparó el protagonismo. Se presentó bajo la
pancarta de los últimos mil metros con media docena de segundos.
Una renta que resultó suficiente, pues sus rivales, Giovanni
Lombardi y Giuseppe de Grande solo pelearon entre ellos olvidándose
del español. Así, una etapa de transición que sirvió para que
Lastras lograra la victoria más importante en su carrera
deportiva.
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