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Los restos mortales de Ramón Mendoza, que durante la tarde de ayer fueron incinerados en el cementerio de la Almudena, fueron despedidos por el rey Juan Carlos y los máximos dirigentes de la política madrileña y del Real Madrid, club que presidió durante diez años. Don Juan Carlos, amigo personal de Mendoza, permaneció durante veinticinco minutos en el tanatorio de Madrid situado en la circunvalación conocida como la «M-30», donde había sido instalada la capilla ardiente. El Rey interrumpió su participación en la Regata Princesa Sofía, que se desarrolla en Palma de Mallorca, para dar en Madrid la última despedida a Mendoza.

El féretro con los restos mortales del ex presidente del Real Madrid, que murió el pasado miércoles víctima de un ataque cardiaco en las Islas Bahamas, donde disfrutaba de unos días de vacaciones, llegó a las 10:30 horas al aeropuerto de Barajas, en un avión privado Canadair Challenger 60, informaron fuentes aeroportuarias.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez-Angulo, y el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, acudieron al aeródromo para acompañar a la familia de Ramón Mendoza. La presencia de miembros del Real Madrid en la capilla ardiente fue muy numerosa a lo largo del día. Los directivos Jorge Valdano, Emilio Butragueño, junto a ex jugadores como Michel, Carlos Alonso «Santillana», Rafael Martín Vázquez y José Antonio Camacho (actual seleccionador nacional) pasaron junto a su féretro, que estaba cubierto con la bandera del Madrid.